"Si queremos explorar salidas profundas a la crisis, ¿cómo destapar el poder de una juventud comprometida, crecientemente educada y aún orgullosa de su país? ".
"Si queremos explorar salidas profundas a la crisis, ¿cómo destapar el poder de una juventud comprometida, crecientemente educada y aún orgullosa de su país? ".

Fin de año siempre nos trae tiempos de reflexión. ¿Cómo salir del abismo nacional pantanoso y sinfín? No existe receta mágica ni solución única ni salida predecible en el horizonte. Sin claridad ni certidumbre, solo nos queda experimentar en salidas disruptivas.

Analizando algunas cifras, percibo cierta incoherencia que pueda convertirse en oportunidad. Tres datos de problema: Uno, 75% de la población opina que el país está retrocediendo, el máximo nivel histórico desde 1990 (Ipsos, Apoyo Consultoría). Dos, más de 3 millones de peruanos abandonaron el país para no volver entre 1990 y 2020. Solo entre 2022 y 2023, probablemente lleguemos a 1 millón (INEI). Tres, el Perú tiene la más baja satisfacción con la democracia, el gobierno y los partidos de toda América Latina (Latinobarómetro).

Tres datos de oportunidad. Uno, en 15 años, se ha triplicado la población juvenil con estudios en educación superior (INEI). Dos, 61% de los jóvenes entre 18 y 24 años manifiesta tener algo o mucho interés en la política. Tres, los sentimientos positivos sobre el Perú siguen siendo predominantes: el orgullo nacional se duplicó en un año. 10 de 15 de los personajes positivos de este año son deportistas, artistas, influencers y chefs (Ipsos).

Si queremos explorar salidas profundas a la crisis, ¿cómo destapar el poder de una juventud comprometida, crecientemente educada y aún orgullosa de su país? En Transparencia nos estamos haciendo esta pregunta: ¿será posible canalizar la energía y fuerza descomunal de la ciudadanía juvenil de una forma estratégica, sistemática, emocional y racional? Después de cuatro meses de investigación, concluimos que hay una oportunidad: es posible co-gobernar el país desde la ciudadanía acortando la brutal brecha entre la política y la gente. La tecnología puede ser ese puente. Bruce Schneier, profesor de Harvard, acaba de escribir un ensayo con las 10 formas en que la inteligencia artificial transformará la democracia. Nos hemos puesto como meta en 2024 construir un laboratorio de innovación abierto ciudadano para fortalecer la democracia en el Perú que priorice desafíos estratégicos en función de su impacto y esfuerzo. Que congregue a ciudadanos para diseñar e implementar soluciones de relevancia nacional experimentando con data, innovación y tecnología cívica para mejorar la participación y vigilancia ciudadana.

Gladys Tejada, atleta olímpica en maratón, y Kimberly García, bicampeona mundial de marcha, son las peruanas más admiradas en 2023. Preparémonos para una maratón democrática sin una definición clara de cuántos kilómetros debemos recorrer. Apostemos por una marcha digital destapando el compromiso creativo de las nuevas generaciones.


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