Ese Mirage 2000 que lamentablemente acaba de caer en el sur llegó al Perú durante el primer gobierno de García, así que era muy viejo (casi 40 años). Es que el estado actual de nuestras FF.AA. es calamitoso: jets, tanques, barcos y otros equipos son dignos de museo, no solo por viejos sino por un mantenimiento muy flojo. Más de una vez con vergüenza hemos visto aviones que se caen y tanques que se malogran en los desfiles patrios. Tampoco la solución es rearmarse a niveles astronómicos, como se hizo en la época de Velasco, y generar otra vez una deuda externa que nos ahogó por años. O ponerse a comprar básicamente para llenar bolsillos, como pasó precisamente con estos Mirages en el primer gobierno de García (leer “Pájaros de alto vuelo” de Malpica) o con los MIG durante Fujimori.

Otro problema que tiene la FAP es falta de personal entrenado, por falta de equipo, recursos y deserciones (un piloto comercial gana muchísimo más que uno de la FAP). Tampoco en el Ejército las cosas son mejores. Mucho equipo es obsoleto, hay mucha corrupción y el nivel de los postulantes a la Escuela Militar ha bajado mucho. Al parecer, la Marina es lo que mejor aún funciona, a pesar de equipos desfasados y de haber perdido esa atracción sobre la élite (antes los egresados de los mejores colegios limeños ansiaban ser marinos. Entraban desde cuarto de media). No soy experto, pero algunas cosas caen por maduras. Una es que más que acorazados o submarinos lo que urge es una fuerza muy numerosa y eficaz de guardacostas para luchar contra el narcotráfico y la pesca negra desde embarcaciones extranjeras que saquean nuestro mar. Otra es que más que reactores lo que se necesita una gran flota de helicópteros para Defensa Civil, patrullaje de las costas y lucha contra la subversión y el narcotráfico.

Finalmente, la guerra del futuro es de drones y cibernética más que de tanques. Debimos aprovechar esa solicitud gringa de canjear nuestro equipo viejo ruso para Ucrania por armamento moderno.

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