-Propongo que se crucifique de cabeza y con clavos ardientes a Alberto Fujimori o que se le lleve a la hoguera en la Plaza Mayor, tras pasearle con sambenito y capirote, porque tal vez solo eso podría satisfacer el odio caviar y que gente alucinante como Gorriti, Pedro Cateriano y otros de esos por fin dejen de dar tanto la lata. Porque a estas alturas, tras un indulto que lo puso en la calle y a los casi 86 años abrirle nuevos procesos es francamente enfermo. Ya tanto odio es realmente enfermo y muestra lo desquiciados que son la izquierda, los fiscales y los vargallosistas. Fujimori fue el gobernante más prochileno que hemos tenido y ya vemos el pago que el “amigo chileno” le ha dado. ¡Arcadas!
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-Otro síntoma de lo indigno que es nuestro país es este anuncio ayer en Gestión de que la empresa mafiosa Odebrecht (hoy llamada “Novonor”) va a participar en licitaciones públicas. Un señor llamado Alfonso Pinillos, que sospecho no debe de ser o sentirse peruano, ha anunciado eso desde su puesto directivo. Incluso adelanta que “peruanos intachables y que ya son directores de otras empresas” se van a incorporar. Estos colaboracionistas con la empresa que más daño le hizo a su país me provocan arcadas. ¡Trabajar con Odebrecht después de lo sucedido! Felipillo debe estar sonriendo desde el más allá. ¡Arcadas! -Otro que da náuseas es Gareca, que resultó un mercenario repelente. Existen centenares de equipos donde pudo trabajar y escogió Chile, nuestra némesis futbolística. Tanto se le arrodillaron y veneraron en Perú para que les escupa así.
-El dirigente sindical Julio César Bazán es un gran comediante. Exigir que el sueldo mínimo pase de S/1,025 a S/2,500 de golpe denota que el hombre es un gran payaso, pues una persona seria no puede plantear una imbecilidad de tal calibre. Encima, en un año recesivo y sin un aumento de productividad que siquiera justifique que suba S/50. Sería bueno que alguna vez estos sindicalistas maduren y dejen de ser tan infantiles. ¡Arcadas!