El presidente del Consejo de Ministros, Salvador del Solar, asumió el cargo este lunes 11 de marzo. (Foto: GEC)
El presidente del Consejo de Ministros, Salvador del Solar, asumió el cargo este lunes 11 de marzo. (Foto: GEC)

Un tratamiento adecuado necesita un buen diagnóstico; los síntomas pueden ser similares para diferentes enfermedades. Un dolor de cabeza puede anunciar una gripe o estrés de un mal matrimonio. En un caso, usamos un antigripal; en el otro, un tranquilizante o un divorcio. Pero debemos identificar la causa.

Para un presidente como Vizcarra, cuyo apoyo viene de la población y no de un partido, la caída de popularidad es un dolor de cabeza. Y la medida adoptada para combatirlo ha sido la separación de su premier y algunos miembros de su gabinete.

Salvador del Solar, inteligente, joven, guapo y sensible, podría ser un gran acierto. Con sus primeras declaraciones, está capitalizando la animadversión de la gente hacia el fujimorismo. Sin embargo, si el problema no era la imagen del gabinete, esta refrescada, no será suficiente.

La insatisfacción (o desesperación) de la población está menos relacionada con la identidad de los ministros que con la ineficiencia de un Estado que no ha podido reconstruir la infraestructura destruida por El Niño costero; que no ha sido capaz de poner o mantener en marcha proyectos de inversión que generan empleo, ingresos y bienestar. La lucha contra la corrupción debe continuar, pero tiene que estar acompañada por una reactivación de la economía.

Proyectos mineros, agrícolas y de energía paralizados porque los funcionarios no se atreven a tomar decisiones. ¿Para qué firmar arriesgando un juicio? Capitular y no hacer nada asegura un sueldo a fin de mes y la tranquilidad futura. Esos son los funcionarios que hereda Del Solar. ¡Suerte con ello!