Agricultores perderían casi 10 millones de soles por escasez hídrica. (Miguel Idme)
Agricultores perderían casi 10 millones de soles por escasez hídrica. (Miguel Idme)

Margot, Leticia, Sherly, Ángel, Estefanía, Yuri, Ismael y Evelyn son jóvenes rurales de distintos lugares y culturas, con trayectorias educativas, familiares y ocupacionales variadas. Estuvieron en Lima para contar sus historias y aspiraciones a un grupo de profesionales interesados en el mundo rural de hoy (GDR) y funcionarios del Midis, Minagri y Senaju. Nos dejan una mirada renovada de la ruralidad.

Algunas pinceladas de lo escuchado:

1. Están llenos de ideas y proyectos para ellos, sus familias y comunidades. El territorio les importa. Consideran que hay que salir de lo rural para regresar con nuevas ideas y herramientas.

2. La educación está en el centro de sus intereses, pero saben que no es suficiente para salir adelante. Incluso los que llegan a la educación superior saben que el paso al mundo del trabajo es un desafío aún mayor.

3. Todos han sido discriminados por su origen, pero todos reafirman y están orgullos de su origen rural.

4. Tienen interés en la política, no quieren quejarse sin ser parte de la solución a los problemas, pero ven que la corrupción impide que la política sea una vía para el desarrollo.

5. El cambio climático está aquí y los obliga a adaptarse.

6. El Estado es un actor lejano y ausente, que aparece con proyectos cortos. Viene y se va.

7. Ninguno de ellos quiere privilegios. Quieren servicios para implementar sus planes y hacer efectivo su esfuerzo. Piden asistencia técnica para el agro, educación técnica en sus zonas, carreteras y cobertura de Internet.

Tenemos que repensar las estrategias rurales luego de escucharlos. Estos jóvenes son el presente y tienen la fuerza para ser los agentes de cambio rural que necesitamos.

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