En 2010, la web de Julián Assange, WikiLeaks, envió información del Pentágono y del Departamento de Estado de EE.UU. basada en documentos secretos sobre la guerra de Iraq y espionaje a gobiernos amigos y ajenos públicos en tres periódicos occidentales. En 2013, otra vez, Obama sufrió un duro golpe con la información publicada por The Guardian y The Washington Post, suministrada por un consultor tecnológico de la Agencia Central de Inteligencia (NSA), Edward Snowden, sobre el programa de vigilancia a norteamericanos y diversos gobiernos.