En el caso peruano, varios de los aún existentes glaciares han perdido el 50% o más de su masa inicialmente conocida, señala el columnista.
En el caso peruano, varios de los aún existentes glaciares han perdido el 50% o más de su masa inicialmente conocida, señala el columnista.

Se acaba de publicar “El estado del clima en América Latina y el Caribe”, emitido por la Organización Meteorológica Mundial con datos actualizados al 2021. Nos repite lo que ya sabemos, pero que no está de más recordar: el calentamiento de nuestro continente, nuestros océanos y además las capas bajas de la atmósfera siguen un patrón ascendente que además se está acelerando.

En el caso peruano, varios de los aún existentes glaciares han perdido el 50% o más de su masa inicialmente conocida.

Estos glaciares alimentan la amplísima red de lagos y lagunas que se ubican en ambas cuencas de los Andes: la del Pacífico y la del Atlántico.

Desde mi experiencia en labores de estimación de caudales naturales disponibles –con una persistencia mínima requerida para sostener cultivos todo el año en la zona más productiva del país: la costa–, es imperativo ofrecerle como la mejor reforma agraria a los futuros peruanos un creciente parque de reservorios que permita ampliar el verdor en los valles y pampas costeras: así se gana en soberanía alimentaria y así se hacen retroceder las áreas desérticas.

No es ideológica, es técnica la solución a nuestro agro que no progresa. Agua más que política.