Se requiere de muchas semanas de lluvias para que los caudales de los ríos empiecen a mostrar incrementos importantes, señala el columnista. (Foto: GEC / Lino Chipana)
Se requiere de muchas semanas de lluvias para que los caudales de los ríos empiecen a mostrar incrementos importantes, señala el columnista. (Foto: GEC / Lino Chipana)

Al llegar el final del mes de agosto, llega también a su término el periodo de estiaje en la sierra peruana. El inicio de setiembre coincide con las primeras precipitaciones en los Andes del sur. Conforme avanzan las semanas, hacen lo propio las precipitaciones en extensión e intensidad.

Se requiere de muchas semanas de lluvias para que los caudales de los ríos empiecen a mostrar incrementos importantes.

El Senamhi ha presentado un pronóstico probabilístico de lo que debemos esperar los peruanos en nuestra próxima estación de lluvias.

El factor climático dominante en la performance de las precipitaciones es la temperatura del mar a lo largo del Pacífico, donde se desarrollan los eventos de El Niño y La Niña. Para el verano 2021, la probabilidad de ocurrencia de cualquiera de ambos extremos es bastante menor a la probabilidad de que no ocurran. Llamamos a ello un escenario neutral.

En virtud de lo anterior, el Senamhi informa que –con las condiciones hoy presentes– lo más probable es que las lluvias sean muy similares a sus promedios históricos en casi todo el país. Donde solo se aprecia un sesgo hacia la deficiencia es en la costa norte. Donde solo se aprecia un sesgo hacia la excedencia es en la selva baja norte y en la sierra sur.

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