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No olvidar
“En el Perú la excarcelación de la ex pareja presidencial Humala/Heredia vía hábeas corpus capturó la atención de todos”.
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Eyvi Liset Ágreda lucha por su vida en la unidad de quemados del hospital Almenara. Va por la cuarta operación y le faltan algunas otras. El infeliz que la roció de gasolina y le prendió fuego echó unas lágrimas mientras escuchaba la sentencia de nueve meses de prisión preventiva. Por qué nueve y no dieciocho –guarismo al que estamos acostumbrados– es algo difícil de determinar.
A todas luces, el atacante parece un enfermo mental, lo que no le quita ni una micra de culpabilidad, más aún porque calibró su crimen.
Desafortunadamente, el dramático caso de Eyvi Liset perdió fuerza e impacto. Con ello, las posibilidades de prevenir este tipo de situaciones o por lo menos minimizar en algo los daños se fueron al tacho. Los ciudadanos no tenemos una alerta directa de los bomberos respecto a cómo actuar cuando un cuerpo humano se quema. Hemos escuchado que es absolutamente contraproducente aplicarle el extintor, quisiéramos una campaña (aunque sea mini) que clarifique nuestro proceder.
También una periodista ha sido acosada por un demente y la justicia no actúa, por lo menos que sepamos. No es fácil encarcelar a un enajenado. Otro aspecto en el que las mujeres estamos sin protección. Eyvi tal vez no pidió garantías porque sabía que nada iba a cambiar.
La violencia masculina contra la mujer está extendida en todo el planeta. La diferencia es que algunos países tienen mejores reacciones. En el Perú, la excarcelación de la ex pareja presidencial Humala/Heredia vía hábeas corpus capturó la atención de todos. Y, por supuesto, aparejada a la victimización de ambos. Como si la justicia les hubiera arrebatado algo unilateralmente.
En medios judiciales y entre quienes quieren aceptarlo se tiene la certeza de que manejaron “dinero sucio”. Pero cuatro miembros del Tribunal Constitucional (uno de ellos, puesto por el nacionalismo, mintió acerca de su doctorado) le enmendaron la plana a cerca de veinte magistrados que habían rechazado el hábeas corpus.
Según la columna ‘El Informante’ de Ricardo Uceda, el TC analizó 22 sentencias de prisión preventiva y solo en un caso otorgó la excarcelación. Es más claro que el agua, pasó delante de nuestros impotentes ojos que Humala compró testigos durante el caso Madre Mía. El TC pide que se haga un peritaje. O sea, quiere certezas como si ya hubiera ocurrido el juicio.
Ya en libertad, los Humala/Heredia (quienes recibieron de Odebrecht tres millones de dólares para su campaña electoral) buscaron aparecer como perjudicados por una injusticia. Nada más falso. Por su lado, los ‘pepekausas’ se sienten sorprendidos por la posible reunión entre Keiko Fujimori y Martín Vizcarra. Nada dijeron sobre el indulto a Alberto Fujimori. Pero así es la noción de justicia que manejamos. Mañana el nuevo gabinete irá al Congreso. ¡Lo sentimos, Eyvi Liset!
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