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Redacción PERÚ21

redaccionp21@peru21.pe

Aunque las formas son necesarias, a los jugadores políticos se les mide, de verdad, en la cancha. ¿Keiko Fujimori queda descolocada al no evidenciar un talante amistoso con el ganador de la contienda electoral? ¿Le conviene seguir marcando distancia como fuerza mayoritaria de oposición? ¿Keiko promoverá una actitud parlamentaria obstruccionista o esa conducta sería un suicidio para su futuro electoral? ¿Ver a una sonriente Verónika Mendoza salir de una reunión con Pedro Pablo Kuczynski asegura buenas formas entre la fuerza de izquierda en el Congreso y el gobierno entrante? ¿Vero le gana la partida a Keiko o esa foto le costará más a quien, desde ya, dice que quiere ser una alternativa de gobierno?

Marco Arana (quien sí estará en el Congreso), advirtiendo su futuro en la pelea por su propio liderazgo, ha confesado que por una convicción de conciencia no votó por PPK, pese al pedido de su candidata. ¿Comienza a ubicarse desde el saque? Preguntas que se responderán más temprano que tarde.

¿Un buen primer gabinete, con un 'joven, independiente y gordito' que lo encabece, tendrá la capacidad y muñeca para establecer puentes entre el Ejecutivo y el Legislativo con una mayoría fujimorista aplastante? Ellos ejercerán su mandato y el gobierno también, pero no es imposible salir del estancamiento y avanzar si se actúa con madurez y se designan los operadores más calificados para cumplir con el mandato del país. Una bocanada de oxígeno necesitamos todos.

Estoy convencida de que el perfil del nuevo gobernante ayudará a recobrar el optimismo. Pedro Pablo Kuczynski está en la etapa de la vida donde su futuro político no es electoral, sino de trascendencia. Esperemos que nuestros astros de la política se alineen y los peruanos podamos volver a soñar con el desarrollo.