El saliente titular de la PCM, César Villanueva, saludó al presidente Martín Vizcarra y al nuevo jefe del Gabinete, Salvador del Solar. (Foto: Hugo Pérez / GEC)
El saliente titular de la PCM, César Villanueva, saludó al presidente Martín Vizcarra y al nuevo jefe del Gabinete, Salvador del Solar. (Foto: Hugo Pérez / GEC)

La última columna de Alberto Vergara publicada en el New York Times trae una legitima preocupación sobre el futuro político del presidente Vizcarra: aunque en su primer año fue un excelente mensajero, al inicio de su segundo año se ha quedado sin mensaje.

Durante sus primeros doce meses de gobierno supo moverse con reflejos bastante rápidos. Aprovechó las oportunidades, tuvo buen olfato de corto plazo y demostró, como he comentado antes, ser mucho más estratégico que los viejos zorros de la política local.

El problema, como apunta Vergara, es que ahora Vizcarra parece estar “desprovisto de una propuesta política que ensamble las medidas dispersas de su gobierno. Lo hecho hasta ahora puede caber en el membrete de ‘anticorrupción’, pero esa etiqueta es de caducidad rápida. Los ciudadanos queremos que nos libren de lo peor, pero también que nos propongan lo mejor”. De ahí que su agenda debería ser bastante más amplia y agresiva, aunque la reforma política y judicial deben mantenerse como los principales componentes de legado que debería dejar a los peruanos. Con el ritmo actual, sin embargo, no parece que vaya a ser posible. Martín Vizcarra necesita volver a la narrativa poderosa que usó con éxito en el referéndum del año pasado. Por eso coincido con Vergara en que Salvador del Solar tiene que ayudar a escribir el guion que permita empujar estas reformas con convicción y decisión. La oportunidad que tienen entre manos no se puede desperdiciar. En ese contexto, en el que el debate debería estar en otras alturas, resulta ridículo leer al ex presidente García criticar a Vizcarra por hacer deporte en la mañana. Es una muestra de mezquindad y desesperación. En realidad, se trata de distraer. Qué triste para el país tener a ex presidentes en situaciones así de terribles.