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Un ejercito en desventaja

Columna Mávila Huertas

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Debate patológico
Fecha Actualización
Más de 10 mil nuevos casos confirmados de COVID-19 fueron reportados por el Minsa. La cifra total asciende a 535,946 al cierre de esta columna. Las estadísticas dicen que el número de contagiados se duplica cada 46 días entre los peruanos… Pero los números gruesos son apenas un indicador del oscuro horizonte que enfrentamos. Somos el segundo país con mayor mortalidad en el mundo, con 78 fallecidos por cada cien mil habitantes, 28 más que Estados Unidos.
¿Cómo explicar este resultado? O somos más vulnerables o la primera línea de atención –como señaló el Presidente– fue descuidada, o llegamos tarde a un centro de Salud, cuando ya es poco lo que podría hacer por nosotros un respirador mecánico y un cama UCI. Es una combinación de todo porque si llegáramos más rápido no habría ni cuarto, ni personal ni medicinas.
Sin ser mezquinos con los esfuerzos que hace la Cancillería y el Comando Vacuna para que esta llegue sin retraso apenas se encuentre disponible, es probable que no vaya a ocurrir porque la competencia es sumamente agresiva y no estamos bien posicionados. Seamos realistas, tendremos vacunas pero ocurrirá lo mismo que con las pruebas moleculares, sino, ¿por qué hasta ahora no hemos podido descartar las rápidas?
Vamos a convivir con la pandemia un buen rato. Aceptémoslo, sin fatalismo pero tampoco creando ilusiones falsas. La cuarentena no solucionará nada.
Cerca de 6 millones de peruanos han pasado a la inactividad laboral, según el Ministerio de Trabajo. Tremenda paradoja.
En una guerra siempre faltan hombres, ya sea en el frente o atendiendo a los heridos. Pero nuestros soldados son los que más mueren porque somos un ejército pequeño y desarmado. Nada nuevo. La estrategia no funciona. O lo que es peor, no existe. Es momento de convocar.
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