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Redacción PERÚ21

redaccionp21@peru21.pe

Hace unos días, un incidente ocurrió en un parque sanisidrino, en el que un vecino de dicho distrito exigía a unas personas que se retiraran del espacio público, argumentando que no vivían ahí. En particular, señaló el color de piel de una de las personas para sustentar su posición. Me imagino su línea de pensamiento: "Como eres cholo, no vives en San Isidro". ¡Brillante deducción! Una vergüenza este vecino. La respuesta de la comuna y su alcalde fue de un categórico rechazo y eso, afortunadamente, es lo que convirtió una situación que podría haber quedado en el fuero privado en un asunto público.

Lamentablemente, esta no es una situación esporádica. Los casos relacionados con la prohibición de ingresos de algunas personas a centros comerciales, el cercado y enrejado de parques para que no sean utilizados por "gente de otros distritos" o la negativa a la colocación de juegos infantiles para que nos los usen "esos niños pobres" son otros ejemplos de la misma tara que tenemos en la sociedad. Los vecinos que actúan así no son pocos y viven en todos los distritos de nuestra capital, no solo en los más ricos. Y los motivos para la discriminación no son solo raciales sino que se basan en distintas características que hacen a "los otros" diferentes de "los unos". Según la última encuesta de Lima Cómo Vamos, el 26% de los limeños encuestados declara haberse sentido discriminado en el último año debido a "su condición económica", seguido por un 18.8% que indica que fue discriminado por "ser inmigrante", por "ser mujer" un 17.2% y por "su color de piel" un 16.5%, mismo porcentaje que obtienen aquellos que se sintieron discriminados por "ser jóvenes". La ciudad es un solo de rechazos y de marcar distancias.

Además, parece que es bastante común que una persona considere que porque la dirección de su residencia queda en un distrito particular, entonces tiene más derechos sobre el espacio público de dicha zona que el resto de ciudadanos de la capital. Comentarios sobre el tiempo de residencia son también comunes en conflictos entre personas: "Vivo hace 20/40 años aquí" o "Yo nací aquí" se traducen en "yo tengo más derecho que tú a usar el parque / cuadrar mi auto en la calle / hacer bulla…". No, señores, en absoluto. La ciudad es un bien colectivo y como tal no es de uso exclusivo de nadie. Cuando aprendamos a reconocer que todos somos parte de lo mismo, más allá de nuestras características físicas o sociales, entonces podremos ser un poco más felices en nuestra ciudad.