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Redacción PERÚ21

redaccionp21@peru21.pe

¿A cuánto ascienden los ingresos de PPK y de dónde provienen? ¿Cómo se gana la vida el general Daniel Urresti ahora que ya no es ministro y vive de una pensión pequeña? ¿Le alcanzan S/.10,000 a Keiko para mantener a dos hijos en un colegio carísimo y pagar el alquiler de un departamento de lujo? ¿Cómo así Alejandro Toledo tiene tantos inmuebles y dinero en efectivo? ¿Quién paga la campaña de Julio Guzmán? ¿Mauricio Diez Canseco (Brad Pizza) quiere ser presidente porque lo persigue Sunat?

Estas preguntas deberían ser obligatorias. Con los años, aprendimos que las declaraciones juradas no funcionan como uno esperaría y, por eso, los candidatos que buscan servirse del Estado, antes que servir a la sociedad a través de este, nos venden gato por liebre tan fácil.

¿Qué tal si a todos ellos se les obliga a levantar su secreto bancario y tributario ante una comisión especial del JNE? Así no calatearían sus finanzas ante todo el país (sobre todo si no ganan), pero el país tendría la posibilidad de reclamar con pruebas si luego las cuentas no cuadran. ¿De qué tienen miedo? ¿De que los secuestren o de que las cuentas no cuadren antes o después de haber ocupado el cargo? ¿Por qué se ofenden los fujimoristas cuando se dice que el esposo de Keiko no presenta movimientos bancarios desde el 2011? Ser un mantenido no es delito y ser amo de casa es muy digno. ¿Por qué se irritan y evaden las respuestas? ¿No es acaso lógico querer saber de qué vive alguien que pretende convertirse en el administrador de todos los ingresos del Estado?

¿O vamos a poner al gato de despensero otra vez?

Para mí, es un misterio cómo es que se ganan la vida los ex futbolistas. Se lo preguntaré a Phillip Butters la próxima vez que lo vea y, si no lo sabe, no importa; ninguno de ellos quiere ser presidente.