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Redacción PERÚ21

redaccionp21@peru21.pe

Cuando los candidatos a la presidencia dicen que presentarán a sus cuadros técnicos, es aconsejable dudar. Cuando dicen que el Estado debe manejarse con el mayor profesionalismo posible, sin partidarismos ni intereses de grupo, hay que salir corriendo.

No existe partido, movimiento político, pandilla o club de amigos con capacidad de convocar a los 3 mil funcionarios que se necesitan para manejar con eficiencia el Estado. Pero lo dejamos barato: como dice el economista Roberto Abusada, los puestos claves son alrededor de 500. Si usted puede recordar, al menos, el nombre de 30 miembros presentables (sin prontuario ni cuestionamiento y con experiencia y solvencia profesional) de su movimiento político favorito, punto para usted y pase la voz.

Los candidatos arman sus listas para el Congreso sin considerar las cualidades mencionadas. Incluso PPK, quien aseguró que su lista se basaría en la meritocracia, ha empezado a canjear curules por votos en las regiones sin que importen mucho las reputaciones: que traiga votos, después vemos. Sería un gravísimo error pensar que es distinto con los demás candidatos, en especial del Apra y el fujimorismo. El próximo Congreso será peor que este, sin duda.

Una garrapata es un parásito que se prende de la piel de un mamífero hasta que sacia su hambre. Gracias a esto, la garrapata multiplica su tamaño hasta por diez antes de descolgarse para digerir y esperar al siguiente animal. Como no puede saltar, se deja caer sobre sus anfitriones y puede sobrevivir meses sin alimentarse. Como otros chupasangres, las garrapatas pueden transmitir enfermedades capaces de matar a sus anfitriones. Cuando la sangre deja de circular, las garrapatas se descuelgan y se van. ¿No hay una familiaridad espantosa en todo esto? Fíjese por quién vota.