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Redacción PERÚ21

redaccionp21@peru21.pe

Participo en un proyecto para el que necesito contactar a líderes de todas las ramas: la política, el deporte, el mundo empresarial (en todos sus ámbitos, sectores y dimensiones), la sociedad civil, los medios de comunicación, etc. Ayer nos reunimos a repartir las últimas tareas y a revisar, un poco por cumplir, la lista de líderes con poco más de 40 nombres. ¿Y saben de qué nos dimos cuenta?

Primero, que entre los 40 personajes que nosotros considerábamos líderes había menos de 10 mujeres y, segundo, que menos del 10% pertenecía a lo que uno podría llamar "centroizquierda" desde una perspectiva algo más política. ¿Cuál era el filtro? El liderazgo está asociado al poder independientemente de su legitimidad y las más de las veces es reconocible o no es tal. Poder, reconocimiento y convocatoria.

¿Por qué en nuestra primera lista solo había 9 mujeres? Yo no crecí en una familia modelo "heteropatriarcal", mi madre es un roble subido en un buldócer y ese fue mi ejemplo de fortaleza, temple y liderazgo: una mujer. En mi familia todos son profesionales ligados a las letras y las humanidades (rojísimos, fujimoristas, libertarios republicanos güana bi; y los más, centroizquierda), y entre los 40 no había ni cinco líderes de ese sector.

Todos tenemos un sesgo, nos guste o no, lo importante es poder reconocerlo para corregirlo. Poniéndole mucha atención y consultando con muchas personas (hombres y mujeres) logramos que de los 40 nombres, 18 fueran mujeres. Porque no es una cuestión de género sino de liderazgo bajo los aspectos descritos (esto es muy importante). Pero no pudimos encontrar líderes de la izquierda que pudieran competir con los de más al centro o de la derecha en términos de convocatoria, reconocimiento o poder. ¿Por qué?