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Los peores presagios

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Los peores presagios. (Foto: AFP)
Fecha Actualización
Los peores presagios parecen vislumbrarse en el horizonte político español. Ya ven, lo enrevesado de las situaciones políticas no es patrimonio exclusivo del Perú. En todas partes se cuecen habas. Pues bien, en España, donde pronto se va a convocar a nuevas elecciones (cuarta convocatoria, en 5 años), la economía y, sobre todo, el estúpido juego de los independentistas catalanes están poniendo en jaque al gobierno “en funciones” de Pedro Sánchez.
La Guardia Civil, en una brillante operación de inteligencia, descubrió las intenciones cuasibelicistas de un grupo de independentistas de la CDR (Comisión de Defensa de la República). La CDR asumió, con el beneplácito del gobierno catalán, en 2017, la función de calentar el terreno para el referéndum sobre la independencia (¡ay, los referéndum!). La CDR es algo así, como los niños bien, que se portan mal. De hecho, una de las hijas del presidente catalán milita en este movimiento.
Lo que pasa es que se ha empezado a cruzar la línea y, al parecer, ha surgido un grupo terrorista que busca la independencia por la vía violenta. La respuesta inusitada del Parlamento catalán ha sido aprobar resoluciones que proponen la amnistía de los presos, la expulsión de Cataluña de la Guardia Civil y la “defensa de la libertad”.
Con esos mimbres no es necesario mucha imaginación para visualizar lo que pasará en las calles catalanas, dominadas por independentistas desaforados, cuando se publique la sentencia del Tribunal Supremo y el fallo sea condenatorio. Todo eso con un gobierno en funciones, es decir débil; frente a un gobierno catalán que ha perdido el norte o la cordura.
Vale la pena tomar nota: Los buenos gobiernos no se hacen ni por improvisados, ni, como Zamora, en una hora.
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