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Los códigos (alucinantes) del exministro Basombrío
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El último domingo, el exministro del Interior Carlos Basombrío no tuvo mejor idea que volver a referirse, en un medio local, a la problemática del sector Interior, que, según él, sería la pugna de ‘códigos’, entre ex GC, PIP y GR. Nada más lejos de la realidad.
El sociólogo adolece súbitamente de ‘comprensión lectora’ de la historia policial, la cultura organizacional y la experiencia acumulada tanto de la Guardia Civil, creada en 1873; de la Policía de Investigaciones (1919), y de la Guardia Republicana (1922), las que, a partir de su unificación –en 1988–, entregaron y compartieron su legado de Ciencia Policial –en 32 años, de manera ininterrumpida– a las nuevas generaciones, acompañándolas en este largo y apasionante proceso con sus conocimientos, experiencias, teorías, métodos y sistemas para beneficio del orden interno y del país.
El resultado histórico es una policía consolidada, y su mayor problema no es la febril elucubración de Basombrío, sino la evolución de la criminalidad, cuyos responsables son los gobiernos de turno desde el año 1980.Es habitual ver a Basombrío desacreditar (con prejuicio) a cuanto ministro-policía aparezca en escena, tratando de recuperar el espacio político perdido por su desafortunado paso por el Ministerio del Interior y la retahíla de desaciertos que cometió, como son su muy bajo nivel de gasto, el arcaico programa de recompensas (incentivando el mercenarismo), el abandono del sistema educativo policial, el fracaso del programa Barrio Seguro, la vulneración de la ley al pasar al retiro a oficiales que retornaron luego con orden judicial, entre otros.
Los problemas reales del señor Basombrío y de su barbudo adulador son sus alucinantes ‘ideotas’ y ‘códigos ideológicos’ de creer que solo ellos (poder civil que le dicen, de izquierda progresista) “salvarán la Policía” y haber hecho de esta un laboratorio de ensayo de sociología barata. Felizmente se va quedando solo políticamente por sus yerros imperdonables.
Estamos seguros de que el actual ministro, Gastón Rodríguez, no se detendrá con estos ataques y se concentrará en sus estratégicos ‘quick wins’, que son proteger la salud y la vida (del COVID-19) de su fuerza operativa PNP; dirigir y supervisar la lucha contra la corrupción en su sector, y preparar todas sus capacidades ministeriales para la arremetida de la criminalidad que se espera en la pospandemia.
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