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Redacción PERÚ21

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Fritz Du Bois,La opinión del directordirector@peru21.com

Si bien algunos de ellos fueron exclusivamente de su cosecha, como Repsol o la repartija de cargos, otros –como el audio de la luz verde que su esposa le dio a Cateriano– le cayeron sin estar preparado. Como resultado, su aprobación se ha desplomado.

Ahora, para colmo de males, nuevamente aparece en el horizonte la sombra de su hermano Antauro.

En realidad es indignante –aunque no sorprendente dados los antecedentes del favoritismo que ha recibido el último par de años– que el líder de un intento de golpe de Estado, en el cual cuatro efectivos policiales fueron asesinados, esté libremente negociando para beneficio personal o partidario desde el penal donde se supone que está encerrado.

Más aun, las insinuaciones a la alcaldesa de Tocache para que otorgue un contrato millonario a un allegado, ofreciéndole a ella la candidatura a la presidencia de la región cuando su movimiento sea renovado, indican que está delinquiendo desde prisión, ya que son actos de corrupción en los que estaría involucrado. Pero lo más grave del caso es que esos delitos solo se pueden cometer con la complicidad oficial, a través del Instituto Penitenciario, que le da un tratamiento privilegiado.

Por otro lado, la libertad para entrar y salir del penal parece total. La pareja actual de Antauro, al tratar de convencer a la alcaldesa de que se entreviste personalmente con él, simplemente le dice "vamos a verlo de inmediato", evidenciando que no hay horarios ni controles sobre quién puede visitarlo. Da la impresión de que se trata de dos personas dirigiéndose a un club o a un hotel donde estaría hospedado.

Al final, si el mandatario quiere revertir su mala racha tiene, sin duda, que desprenderse de los personajes de su pasado que le hacen tanto daño.