Levante la cabeza, señor presidente

A Martín Vizcarra le rondan las aves de rapiña. Salieron desde la cuadra 5 de la avenida Abancay, donde se atrinchera Pedro Chávarry como fiscal de la Nación. Con vuelo directo a Palacio, hicieron una escala a 300 metros con una sucia encomienda en el Congreso; y desde entonces hacen rondas amenazantes en la Plaza de Armas. El operativo #BarroParaVizcarra está en marcha y sus creadores no saben con el fuego que juegan.

La denuncia contra Thorne impulsada por Chávarry es, en verdad, un ensayo de hasta dónde pueden llegar a Vizcarra para triturarlo con una vacancia. Una espada de Damocles, digamos. Déjame en la Fiscalía. No hagas el referéndum. Claudica. Te citaremos de testigo y ya sabes. Ríndete. No jodas. El podcast para un esquizofrénico. Buscan atarantar a Vizcarra y adocenarlo, digamos.

Señor presidente, cite a Keiko a Palacio. Llévela a su despacho. A solas. Ponga sobre la mesa el arma que quiera y dígale, mirándola a los ojos tras un meticuloso silencio, que a Salaverry y a ese tal López Vilela ni se les ocurra citarlo al Congreso por lo de Chinchero. Aconséjele que, si sigue apoyando a Chávarry, su carrera política se liquidará –si es que ya no lo está–; que si sueña sentarse donde usted está sentado, se desmarque de ese magistrado impresentable que está usando la Fiscalía para salvar el pellejo.

Acto seguido, muéstrele sus cartas. Que busca un recambio generacional en la Fiscalía y el Poder Judicial. Que impulsará la salida de todos los supremos, incluidos Sánchez y CSM. Que Vela sería un estupendo fiscal de la Nación y que un Carhuancho tiene el perfil idóneo para presidir la judicatura. Que tendrá nuevo premier –Ántero, Sheput o Wagner– con el fuste para resistir con palo y zanahoria, y sacar, sí o sí, el referéndum en diciembre. Que si no está del lado de la gente, se arrepentirá.