Gasoducto del Sur: Fiscal halló evidencias sobre favorecimientos por proyecto. (Difusión)
Gasoducto del Sur: Fiscal halló evidencias sobre favorecimientos por proyecto. (Difusión)

Entre mayo y junio de 2014, el gobierno “nacionalista” de Ollanta Humala y Nadine Heredia obsequió (así habría que decirlo) tres proyectos por cerca de US$15,000 millones, y lo hizo mintiendo y haciendo –básicamente– lo que les dio la gana.

El primer proyecto, apodado “Proyecto de modernización de refinería de Talara (PMRT)”, era uno que, en principio, solo tenía que añadir un proceso de “desulfuración” a la refinería de Talara. En 2010, ello costaba US$1,300 millones (más o menos lo que le costó, al final, el proyecto a Repsol); para julio de 2013, Humala anunciaba que costaría US$2,730 millones. Hoy sabemos que serán al menos US$5,400 millones. ¿Cómo pudo multiplicarse por 4 el valor de la obra? En simple, porque nos mintieron desde el comienzo: no es un “proyecto de modernización”, como dijeron, sino una nueva refinería. Así, como leen: estamos construyendo una nueva refinería (que no necesitamos) para refinar petróleo que no tenemos (no producimos ni la mitad de la capacidad instalada).

Igual nos mintieron en la Línea 2 del Metro: movían el “Patio-taller” de un espacio de propiedad estatal a uno privado, para lo cual debíamos expropiar cerca de 212,000 metros cuadrados (una valorización aproximada de US$1,000 millones) en una zona premium del Callao. Perú21 denunció esta movida y, luego de ello, el gobierno retrocedió. O sea, habían mentido.

Igual como mintieron en la tercera obra regalada, el Gasoducto Sur Peruano. Ayer, Perú21 ha confirmado lo que dijimos en 2014: no hay reservas para sustentar el proyecto (el lote 58 solo cuenta con 1.5 TCF), y encima sobredimensionaron la obra (duplicando el ancho de los tubos y, así, duplicando el costo de la obra). ¿Costo total de la “mentirita”? US$7,300 millones (cuando solo costaba cerca de US$1,000 millones).

¿Cómo pudieron mentirnos así? En sencillo, porque nadie los cuestionaba, y quienes lo hacíamos éramos embestidos por la prensa pagada por Palacio. ¿Quién nos devolverá los casi US$11,000 millones de sobrecostos? ¿No hay responsabilidad de ministros, funcionarios y empresas? ¿Es tan fácil asaltarnos?