Innovar no será, al menos por un buen tiempo, una meta alcanzable. Sí, nos dirán que si invertimos en programas y organismos, que nuestra biodiversidad, que nuestros estudiantes y sus aspiraciones, y un larguísimo etcétera de deseos y condicionantes. Pero todo ello, como ha sido hasta ahora, serán proyectos personales o gremiales, dispersos, acotados a los intereses de cada uno y, por lo tanto, incapaces de lograr un cambio estructural en el largo plazo.