El día de hoy, en la ciudad de Curitiba, Brasil, tendrá lugar el interrogatorio a Marcelo Odebrecht, ex mandamás de la compañía constructora brasileña que participó, como ya sabemos, en múltiples corruptelas a nivel internacional, incluido el Perú. Las preguntas de los fiscales peruanos Vela y Pérez girarán en torno a dos líderes políticos investigados, el ex presidente Alan García y la Sra. Keiko Fujimori.
Sobre el primero, las sospechas se generan a partir de obras en las que la empresa ya aceptó culpabilidad e incluso se encuentran ciertos funcionarios bajo prisión preventiva. Asimismo, en las agendas del ex directivo del grupo se han identificado las señales “AG”. Odebrecht deberá responder sobre la eventual participación del ex mandatario en alguno de los procesos y sobre las iniciales.
En el caso de la Sra. Keiko Fujimori, las sospechas versan sobre dos hechos puntuales: una anotación en su agenda y las declaraciones brindadas en el interrogatorio realizado en mayo pasado.
En ambos casos, en el interrogatorio de hoy pueden presentarse, para cada uno, dos escenarios: en el primero, Odebrecht identifica algún tipo de corruptela y a partir de ello deberá brindar pruebas y demás señales que permitan a la Fiscalía seguir un camino para una eventual acusación; en el segundo, Odebrecht podría señalar a Jorge Barata como la persona indicada para responder (recordemos que, según las distintas explicaciones brindadas por los funcionarios de la compañía, muchas de las corruptelas se manejaban al nivel local).
En otras palabras, cabe la posibilidad de que hoy no se aclaren estos casos. Si Odebrecht dice desconocer, la Fiscalía tendrá que cuestionar a Jorge Barata para terminar de esclarecer cualquiera de los casos.
¿Tendría sentido que Odebrecht mienta? ¿Que acuse sin ser cierto o que proteja a sabiendas de que se hicieron pagos ilegales o indebidos? En principio, no. Lo que Odebrecht diga o deje de decir será tomado en consideración por las autoridades brasileñas. Igual podría mentir, pero los incentivos están claros. Es muy importante para la política peruana esclarecer ambos casos. Ojalá así sea.