Richard Arce
Richard Arce

La noticia que rebotó ayer en el mundo fue el supuesto fallecimiento de Noam Chomsky, el intelectual contestatario de nuestra generación, paradigma de la lucha de causas perdidas, pero que lograron el impacto mundial por la contundencia de sus argumentos y sobre todo por la cruda verdad que muchas veces el poder mundial distorsiona o, en el mejor de los casos, maquilla para edulcorarnos la vida.

Indudablemente, es uno de los grandes pensadores del siglo que nos abrió los ojos y estremeció el alma y la conciencia sobre tantos temas de coyuntura, justamente tratado en uno de sus best seller Cómo nos venden la moto sobre la información, poder y concentración de medios.

Con la honradez intelectual que le caracteriza nos vaticinó que nos acercamos al punto más peligroso de la historia de la humanidad; que al parecer tiene mucho sentido, cuando la negación de la realidad, sobre todo en temas climáticos y relacionados con la supervivencia de nuestra especie. Hoy estamos perdiendo esa batalla con los negacionistas y esto se manifiesta con el triunfo de los partidos de ultraderecha que no creen en nada y que pueden condenar a la humanidad, con la voracidad capitalista, donde el egoísmo, la ambición y la codicia marcan la agenda mundial.

Ya tiene 92 años, sigue lúcido, honesto y sincero como se le ha conocido, recuerden que se volvió a enamorar a los 84 años; su pensamiento va a ser guía para las futuras generaciones, nos habló sin tapujos ni medias tintas sobre las drogas, el terrorismo, la democracia, los poderes mundiales de China y EE.UU. y el trasfondo de las guerras con la hipocresía mundial de por medio que han sido cómplices para cometer los mayores crímenes de la humanidad, sin ningún escrúpulo o cargo de conciencia, todo por el poder y el maldito dinero.

Hasta los detractores son conscientes de su honestidad intelectual. Es y será uno de los mayores pensadores de la historia, no cabe duda de que su obra debería estar dentro del currículo de cualquier sistema educativo que se precie como tal, como homenaje a su lucha por la libertad.

Chomsky es de origen judío y férreo defensor de la causa palestina. Me quedo con su frase del porqué de la tragedia del pueblo palestino y por qué no tiene el apoyo internacional, esencialmente porque no tienen riqueza, no tienen poder, así que no tienen derechos.

¡Chomsky ya es inmortal, así quieran verlo muerto antes!