La danza de la reelección. (GEC)
La danza de la reelección. (GEC)

Que el Jurado Nacional de Elecciones diera el pase a los congresistas disueltos para que puedan postular en enero estaba cantado. Más bien, la autoridad electoral se tomó mucho tiempo en confirmarlo. No es gratuito que los disueltos se hayan ido acomodando públicamente en el partidor como si sus postulaciones no hubiesen estado en ningún momento bajo riesgo. Pero que Rosa Bartra, Mauricio Mulder, Yeni Vilcatoma, Nelly Cuadros y compañía intenten volver al Congreso no es el asunto de fondo. El problema real es que existan personas capaces de elegirlos de nuevo. ¿Cómo darles tu voto a quienes han utilizado el Congreso como su chacra? ¿Bajo qué criterio reelegirías a quien ha usado el cargo para blindar a sus amigos, sembrar caos y llevar el debate a un nivel rampante?

La decisión del JNE también impacta a las elecciones de 2021. Recuerden que a inicios de este año se incorporó a la Constitución el artículo 90-A, que señala que “los parlamentarios no pueden ser reelegidos para un nuevo período, de manera inmediata, en el mismo cargo”. Al aprobar el JNE que los congresistas disueltos pueden postular en enero, está considerando que no estamos frente a una reelección, sino ante una elección especial para completar el periodo constitucional 2016-2021. Los que sean elegidos en enero habrán sido parte del mismo periodo que los disueltos.

Con esta interpretación, inevitablemente, en las elecciones generales de abril de 2021, que marcarán el inicio de un nuevo periodo congresal, ni los disueltos ni los que legislen en el último trecho de este periodo podrán volver a postular porque ahí sí estaríamos ante una reelección. Cualquiera que estuvo en el Congreso entre 2016 y 2021 que quiera volver a ser congresista recién podrá regresar en 2026. Así de claro.


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