[Opinión] Aldo Mariátegui: ¡Maldito sea Petroperú!
[Opinión] Aldo Mariátegui: ¡Maldito sea Petroperú!

Bastó un amago de renuncia del nefasto Humberto Campodónico a la presidencia de Petroperú, un par de columnas adulonas de su amigote Lauer en LR y otra columna del ex máximo directivo Carlos Paredes para que el Estado le regale 1,000 millones más a esta petrolera, sin ningún estudio previo y sin ningún condicionamiento. El ministro Kurt Burneo se llenaba mucho la boca con que iba a cuidar las arcas públicas, pero no pasó de ser otro bocón y aquí se bajó los calzoncillos sin ruborizarse. O sea, Petroperú ya nos va costando US$5,700 millones por la refinería de Talara, más ese préstamo reciente por US$750 millones (que no se va a pagar) y ahora estos mil millones. Son US$7,450 millones que se llevan dilapidados en ese desastre de empresa que hace décadas debió desaparecer (Fujimori paralizó su privatización, tras venderse los grifos y La Pampilla. Debió seguirse con Talara, Conchán, Iquitos y el oleoducto), dinero que se pudo haber usado para hospitales, escuela, nutrición, autopistas, etc., que tanto urgen. Es verdad que el Perú es el país del despilfarro con apoyo público (¿o no se acuerdan cómo una aplastante mayoría de peruanos apoyó que se gasten US$1,200 millones en esos Juegos Panamericanos en Lima de los que ya nadie se acuerda? Poco después lloraban durante el COVID-19 porque no el sistema de salud era muy malo por falta de activos, medicamentos y estructura. ¡Eso sí que se llama “asignación irracional de recursos”!), pero ya es francamente estúpido seguir justificando a Petroperú con eso de que es “estratégica”, al menos que botar millones sea eso. Es que la historia es vieja: el oleoducto costó US$1,000 millones en los 70 (una cantidad astronómica para la época) y nunca justificó tamaña inversión, que significó gran parte de la deuda externa que nos asfixió hasta los 90.

Por favor, no olvidar nunca a los responsables del engendro de Talara: Humala, sus ministros Merino y Castilla como ejecutores y Campodónico, la izquierda y La República como autores intelectuales.