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Juan Mendoza: Carretera Central: Huaico de ineptitud
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La Carretera Central permanecerá bloqueada durante varios días. Como todos los veranos, varios huaicos la han interrumpido. A la lamentable pérdida de vidas se le sumará el desabastecimiento, los mayores precios, la pérdida de mercadería y el desperdicio de tiempo y recursos de los pasajeros y transportistas varados. Pero el problema más serio que enfrenta la carretera no son los caprichos de la naturaleza, sino la incompetencia de nuestras autoridades.
En efecto, la principal arteria que conecta Lima con el corazón del Perú está en colapso total. El volumen de tráfico es alrededor del doble de la capacidad de la vía. La sobreutilización de la carretera origina congestión permanente, mayores costos logísticos y tiempos de viaje, incremento en los accidentes y en la contaminación, para no mencionar los ingentes recursos públicos que se consumen en su mantenimiento y reparación. Es más caro y toma el doble de tiempo viajar de Lima a Huancayo que a Ica a pesar de que la distancia es similar. La razón fundamental del deplorable estado de la carretera es el excesivo y creciente tráfico de camiones, que representa poco más de la mitad de la carga vehicular que soporta la vía.
Las escarpadas quebradas andinas hacen prohibitiva la expansión a doble vía. ¿Qué hacer entonces? Como en los países desarrollados de geografía similar, se debe incentivar el uso del ferrocarril en lugar del transporte terrestre. La capacidad de carga del ferrocarril central es, conservadoramente, cinco veces la de la carretera. El ferrocarril es más barato de mantener y operar, más seguro y amigo del medio ambiente, y mucho menos vulnerable a los huaicos que la carretera.
Pero, lejos de incentivar el uso del ferrocarril, nuestros gobiernos lo han obstaculizado. ¿Por qué el transporte terrestre goza de exoneraciones e incentivos tributarios? ¿Por qué se permite la circulación de camiones de hasta 53 toneladas que destruyen el asfalto y causan estrés a los puentes? Estos camiones jamás circularían en los Estados Unidos. ¿Por qué en muchos de los últimos años se han desactivado las estaciones de pesaje en el trayecto de bajada haciendo incierto el peso verdadero de los camiones? ¿Por qué se cobran peajes que no cubren el costo de mantenimiento? Arreglar la Carretera Central no requiere más recursos, sino liderazgo, capacidad de tomar decisiones y gestión efectiva. Pero ello parece escasear en esta administración. ¿Cómo explicar, si no, la inconcebible caída de 27% de la inversión pública, y de 46% en el pliego del MTC, en enero de este año?
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