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Redacción PERÚ21

redaccionp21@peru21.pe

Para la Sra. Verónika Mendoza y otros miembros de la izquierda local, las corruptelas destapadas por el caso Lava Jato son culpa del sistema económico neoliberal.

Qué importa que los principales impulsores de las mismas hayan sido los gobiernos de la izquierda latinoamericana, partiendo por el brasileño que la Sra. Mendoza adulaba por acá. Qué interesa que las correlaciones entre sistema económico y menor corrupción estén a favor del libre mercado. Qué importa que ella y la mayoría de sus socios sean, justamente, parte de los cuestionados. Lo que importa, para el ejercicio político, es que ella y sus socios se tratan de adueñar de la bandera de la moralidad: ya se subieron a una marcha convocada por otros frentes de izquierda, ya se pasean por los medios señalando a todo el mundo, ya tienen el discurso y claro el objetivo.

Todo esto era previsible, por cierto. En "Izquierda corrupta" (30 de diciembre pasado), advertimos del uso político que le daría la izquierda a las corruptelas destapadas. Bueno, no nos equivocamos.

Lo importante no es si la izquierda puede o debe capitalizar en esta coyuntura. La Sra. Mendoza y sus socios son libres de asumir las posturas que deseen. La pregunta es si los electores serán tan ingenuos para tragarse ese cuento. Y la respuesta, me temo, es un "sí" rotundo. Al menos, mientras nadie cubra ese espacio, y nadie parece estar interesado en tomarlo.

En política poco importa la verdad, la lógica o las pruebas; si de ganar la carrera al poder se trata, es un ejercicio en el que otros factores pesan más: liderazgo, discurso, oportunidad, confianza, coalición, medios, entre otros.

Desnudar la hipocresía de la izquierda local no debería ser problema; menos aun señalar las falacias que destilan por donde van. Pero claro, eso requiere un actor, alguien que desee (al igual que ellos) llegar al poder, y que entonces esté dispuesto a dar la batalla política y mediática. Si nadie se anima, no se sorprendan después cuando la izquierda llegue al poder. Habrán ganado, eso sí, por walkover.