notitle
notitle

Redacción PERÚ21

redaccionp21@peru21.pe

A estas alturas parece que nada hará cambiar la opinión del fujimorismo ante la eventual censura del ministro Saavedra. Ya se han destacado las opiniones a favor y en contra del susodicho. Queda entonces reflexionar sobre el impacto que tendrá dicha decisión en los principales actores políticos.

Gobierno. Sin duda será un duro golpe. Por un lado, el hecho mellará la popularidad del presidente Kuczynski; hará, en dicha línea, más notorio que estamos ante un gobierno débil. El acelerado desgaste de la popularidad es un hecho preocupante al que han contribuido factores ajenos al gobierno, directamente relacionados al gobierno y, ahora también, propiciados por el fujimorismo. Golpeará, también, en la bancada oficialista: durante el debate estuvieron ausentes más de la mitad de sus miembros, evidenciando la fragilidad de la misma. ¿Cómo afrontará la censura el gobierno? En principio, son dos posibilidades (entre muchas): o escogen a un reemplazante y pasan la página, o escogen a un reemplazante para continuar el enfrentamiento. Ambos escenarios tienen pros y contras, así que deberán hilar fino en la decisión que adopten. Estamos aún en los primeros minutos del partido.

Fujimorismo. Ante lo que muchos creen, la censura no debería impactar tanto en la aprobación de su lideresa, Keiko Fujimori; en los NSE altos y medios, probablemente, pero a nivel popular será difícil. Según la última encuesta de Datum, y sobre quienes han escuchado de las denuncias en las compras del Minedu, la mayoría creía que existían hechos de corrupción y que el ministro debía renunciar. Donde puede impactar negativamente es en el electorado A/B y parte del C, donde residen sus palancas mediáticas, sociales y económicas. Allí la censura no se entiende, y ha sorprendido a muchos la actitud y vehemencia.

Izquierda. Si estuviera unida, tendría cómo capitalizar el desmadre. Pero eso es hoy; en el mediano plazo aprovecharán la confrontación para señalar que el "modelo" está agotado, y plantearse como la única alternativa. La confrontación PpK-FP es hierro para la izquierda, con todo lo que ello conlleva.