Juan José Garrido: ¡Que pase la cocalera! (upss...)

Indigna el desparpajo con que este gobierno pretende pasar impoluto en la relación política-narcotráfico. Sí, ya sé, Alan García soltó a narcos avezados y reincidentes, y sí, también están en su padrón de afiliados; sí, tampoco me olvido del PPC y Cataño, o de los personajes que han rodeado (y rodean, según muchos) al fujimorismo, toledismo y otros partidos. Pero ello no quita que, de lejos, las palmas de los capos se las llevan los nacionalistas.

¿O ya se olvidaron de Nancy Obregón y Elsa Malpartida? Tan poco le importó al entonces candidato Ollanta Humala llevar a dos cocaleras en su lista congresal que al resto (y a sus electores) le pareció normal. Y, claro, convertidas en congresistas, no tuvieron problemas en que se integren ¡a la Comisión de Defensa nada menos! O sea, las cocaleras –hoy investigadas por narcotráfico y terrorismo– tuvieron acceso de primera mano a los planes de erradicación, al conocimiento de inteligencia, y así. ¡Increíble el nivel de irresponsabilidad del presidente Humala! ¿Y dónde estaban Abugattás, Otárola y compañía, que hoy critican tanto?

¿Y ya se olvidaron de la denuncia de Antonio Mori sobre los cupos pagados al capitán Carlos en la base de Madre Mía? Si quieren algunos dejar pasar todo y cargarla discriminando al oficialismo, allá ellos. No todos, felizmente, tenemos ese sentido de oportunidad y ubicación.

De nuevo, nadie minimiza las oscuras relaciones actuales de muchos partidos y políticos con el crimen organizado. Pero ello no se compara con el nivel al que llegó el nacionalismo, y no ahora, sino desde sus inicios.

¿Aportaron Obregón, Malpartida y otros amiguitos a la campaña nacionalista? Sí, lo hicieron. Entonces, cuando se establezcan las condenas (porque las pruebas sobran), ¿no quedará claramente demostrado el aporte del narcotráfico a dicha campaña política?

Si nuestro Legislativo tuviese un mínimo de integridad y patriotismo, hoy estaría debatiendo la muerte política (o alguna variante) para aquel partido o político relacionado con esta lacra. Pero, claro, así quedarían varios fuera de carrera. ¿O no?

Juan José Garrido director@peru21.com