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Juan José Garrido: Del estudio ideológico
“Si esto no debe llamar a una reflexión a los líderes políticos, de opinión, académicos y empresarios, no nos quejemos mañana de los resultados”.
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Algunas observaciones sobre el último estudio de segmentación ideológica realizado por Datum para Perú21 y publicado ayer en el diario.
Primero. Es evidente que la estructura del estudio (un cuestionario de 20 preguntas sobre diversos temas, y algunos complejos) invite a algunos a minimizar los resultados; habrá, además, por supuesto, quienes prefieran que esta información no se haga pública (sea por intereses económicos o políticos). No perdamos, sin embargo, lo importante: el estudio no identifica cómo se autodenominan los encuestados, sino qué piensan sobre tal tema (20 preguntas) y, por lo tanto, es lo que se denomina "preferencias reveladas", una metodología muy usada y válida, dicho sea de paso.
Segundo. Aun tomando un promedio aritmético de los últimos 4 años, las cifras son alarmantes: casi 40% de las personas encuestadas defiende posiciones autoritarias, estatistas y nacionalistas; otro 50% se siente cómodo con moderados niveles de autoritarismo y estatismo, sea en lo político e individual o en lo económico (o en ambos). Peor aún, la tendencia es a mayor autoritarismo. Si esto no debe llamar a una reflexión a los líderes políticos, de opinión, académicos y empresarios, no nos quejemos mañana de los resultados. Porque una cosa es correrle al estudio (minimizarlo o chancarlo por algún interés), otra es correrle al correlato de esta realidad, que se refleja cada 5 años.
Tercero. El fujimorismo obtuvo en las últimas elecciones cerca del 40% de los votos; en 2011 consiguió el 20%, pero el nacionalismo cerca del 28%. Si sumamos las candidaturas que prometen mayor presencia del Estado, mano dura y así, pues ahí encontramos a ese público que respalda las corrientes autoritarias. En 2021 puede ser el fujimorismo (que, aun cuando se le considera "de derecha", en verdad es populismo de centro), pero también un extremista radical con apoyo regional. En resumen, no estamos vacunados contra un gobierno autoritario en el futuro cercano. La piscina de electores, como le llaman, clama por un líder que despierte esos ideales.
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