José Cevasco: Después del 5 de junio

El próximo domingo, los peruanos ya deberán haber escogido a la persona que nos gobernará por los siguientes cinco años; las ofensas y ataques habrán terminado y un nuevo capítulo se abrirá para nuestro país. Sea cual fuere la decisión, el o la ganadora deberá de inmediato cerrar las heridas de campaña y lograr la ansiada reconciliación que el país necesita.

El partido político que gane no contará con los técnicos suficientes para gobernar, por lo cual se necesitará que nuestro nuevo gobernante tenga la sapiencia de convocar a los profesionales capaces sin importar a qué partido pertenecen, y anteponga sobre todas las cosas los intereses de nuestro país.

Esta campaña electoral la he notado dura, áspera y, en verdad, por instantes noté que algunos quisieron dividir a los peruanos.

La división como estrategia tiene algunos resultados positivos en el corto plazo, y es responsabilidad de los políticos, sea cual fuere el partido político a los que pertenecen, los encargados de cerrar los odios y rencores electorales.

Los niños, las amas de casa, los jóvenes estudiantes y la población en general no merecen ni soportan que continúen los enfrentamientos de los políticos. Quiero pensar en la grandeza de quien nos gobernará para insistir en el sentimiento de unión que debe trasmitir luego del primer segundo de conocerse los resultados electorales del próximo domingo.

El perdedor debe ser hidalgo y más peruano que nunca para aceptar la derrota y deshacerse de cualquier sentimiento negativo, y pensar en la población más vulnerable que precisa de la unión de la clase política y no el enfrentamiento.

El poder político es una ilusión que pasa rápidamente, y que en su momento debemos saber usar para hacer el bien. Confío en que la persona que salga electa use toda su inteligencia para mejorar la vida de nuestra nación.