(USI)
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Investigar a un juez supremo corresponde –por ley- al propio Fiscal de la Nación. Sin embargo, Pedro Gonzalo Chávarry no pudo cumplir con este mandato constitucional porque estaba involucrado en el caso de César Hinoztroza (existen diversos audios en los que coordinan una reunión con periodistas). Por esta razón, encarga esa responsabilidad a otro supremo, Pablo Sánchez, ex Fiscal de la Nación.

Es increíble que la máxima autoridad del Ministerio Público no pueda ejercer una de sus más importantes funciones. No obstante, Pablo Sánchez produjo una denuncia constitucional que fue presentada al Congreso el pasado 29 de agosto. En ésta, sindica a César Hinostroza como el cabecilla de la organización criminal conocida como “Los Cuellos Blancos del Puerto”.

En el esquema delincuencial eran imprescindibles los miembros del Consejo Nacional de Magistratura a cargo de nombrar jueces y fiscales. No solo habían inoculado al Poder Judicial con su infección sino también al Ministerio Público. A los procesados se les imputa los delitos de organización criminal, patrocinio ilegal, cohecho pasivo específico, cohecho activo específico y tráfico de influencias en agravio del Estado. Además, un informe de la Fiscalía Provincial Corporativa Especializada Contra el Crimen Organizado del Callao que formuló la fiscal Sandra Castro señala al propio Fiscal de la Nación, Pedro Chávarry, como integrante de esta organización criminal.

Insólito. El documento incluye esta declaración de un colaborador eficaz: “El grupo quería evitar que sea reelecto como fiscal de la Nación Pablo Sánchez; ante ello, el grupo se desespera y Guido Aguila con César Hinostroza conversan con Víctor Raúl Rodríguez Monteza para asegurar su voto a favor de Gonzalo Chávarry; para esto organizan encuentros con periodistas acudiendo Antonio Camayo para que realicen entrevistas de apoyo dirigidas”. El organigrama criminal incluye a otro fiscal supremo: Tomás Gálvez.

En una grabación del 1 de junio, el fiscal Gálvez le comentó al juez Hinostroza que estaba "apoyando al 100% a Chávarry". Es precisamente con los votos de Gálvez y Rodríguez Monteza que el actual Fiscal de la Nación se sostiene en el cargo.

¿Cómo puede el Ministerio Público investigar al jefe máximo del Ministerio Público? Pedro Gonzalo Chávarry ha dicho que la corrupción en la fiscalía “es manejable”. ¿Quién la va a manejar? ¿Él mismo? Algunos de sus gestos deben preocuparnos.

Una de las líneas de investigación del caso de los “cuellos blancos” es que César Hinostroza se reunió con Keiko Fujimori (según el reciente testimonio de otro colaborador eficaz) y que fruto de esas conversaciones el juez admitió un recurso de casación que buscaba impedir que el fiscal de lavado de activos José Domingo Pérez adecúe el caso cócteles a la ley de crimen organizado. La fiscal Bersabeth Felícitas solicitó a la Corte Suprema que se declare improcedente este recurso.

Al día siguiente, el titular del Ministerio Público la sacó de su sala con una polémica resolución y ubicó allí a Tomás Gálvez. Se supo después que este fiscal supremo tuvo el mismo abogado que Joaquín Ramírez. Otro destape dio cuenta de que Chávarry fue abogado del traficante de armas James Stone involucrado en pagos de coimas millonarias a Vladimiro Montesinos. El nombramiento de Gálvez en esa importante sala se cayó, pero el intento de que el cuestionado fiscal se haga responsable del futuro del caso cócteles despierta toda clase de sospechas. 

El pasado 21 de agosto el congresista Juan Sheput, ponente del caso Pedro Chávarry en la Subcomisión de Acusaciones Constitucionales, presentó su informe. Hasta ahora no se ha tomado en cuenta en el congreso que controla el partido de Keiko Fujimori.