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Redacción PERÚ21

redaccionp21@peru21.pe

Los primeros días de enero corroboran que continúa imparable el deterioro de la inseguridad. Veamos, nomás, lo que está ocurriendo con los asesinatos por parte de sicarios y los que se cometen contra policías en estos pocos días del año.

En cuanto a los sicarios, la División de Homicidios de la Dirección de Investigación Criminal daba cuenta de que, entre enero y setiembre de 2014, los sicarios asesinaron a 288 personas en el país, el 30% de los 972 homicidios registrados en ese lapso y un significativo aumento con respecto al 2013.

Y en el 2015 arrancamos peor. Ya ha habido al menos un caso en Chepén, dos en Pativilca, uno en San Juan de Lurigancho, dos en Paramonga, uno en Barranca y tres en San Martín de Porres. También se han disparado los asesinatos a policías: seis casos en los primeros ocho días del año, algo solo visto en la peor época del terrorismo.

No solo los delitos más graves han aumentado. Lo ha hecho también la victimización. Baste salir a la calle o leer los diarios para saberlo. Lo corrobora el Barómetro de las Américas que hace una comparación de niveles de victimización para toda América Latina. En su estudio del 2012 nos colocaba primeros, empatando con Ecuador, con 28.1%. En el 2014 dieron cuenta de un nuevo deterioro de lo que ocurre en el Perú, que ahora encabeza solo este indeseable ránking con 30.5%

Me parece inaceptable que, en un contexto como el descrito y con un creciente presupuesto para inversiones, el Ministerio del Interior esté siempre a la cola de la ejecución presupuestal. Así, por ejemplo, en el 2014 se le asignó 109 millones de soles para mejorar comisarías y solo pudieron ejecutar 9 millones.

¿Qué nos dice al respecto el locuaz ministro Urresti? Nada. Hasta hace poco se decía obsesionado con coger a Belaunde Lossio, a tal punto de reconocer que si este se acogía a la colaboración eficaz, él tendría que "ir a un psiquiatra para que me quite la obsesión de quererlo coger". Luego del fiasco de saberlo en Bolivia se ha dedicado (seguro atendiendo al pedido público del presidente a elevar el nivel de la discusión), a insultar por Twitter a diarios, periodistas, congresistas, ex directores de la PNP, ex ministros y ex presidentes que discrepan de sus apreciaciones o le cuestionan su gestión. Ingenio tiene, qué duda cabe, y vale la pena que busquen sus tuits para comprobarlo (@DanielUrresti1). Lástima que las declaraciones de prensa a toda hora y la búsqueda de inspiración para su intensa actividad en el mundo virtual le quiten tanto tiempo para ser ministro.