(Transparencia)
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Un colectivo de más de 200 organizaciones de la sociedad civil ha planteado al país un conjunto de reformas constitucionales y el adelanto de elecciones generales para hacer frente a la crisis política. Una crisis desencadenada principalmente por el presidente Pedro Castillo, pero agudizada también por el Congreso, por su incapacidad –debido a los variopintos intereses particulares que las bancadas anteponen a los del país– para solucionarla.

No debe desdeñarse este esfuerzo valioso de personalidades provenientes de todos los sectores del espectro político local, que van desde organizaciones sindicales hasta gremios empresariales. Su agenda es muy concreta y plantea siete reformas medulares a la Constitución, algunas debatibles, en efecto, pero en general todas razonables. Y merecen ser glosadas aquí.

1) Para la segunda vuelta de elecciones presidenciales deben participar, como máximo, los cuatro candidatos con votaciones más altas hasta superar el 55% de los votos. 2) La elección de congresistas se debe realizar luego de la primera vuelta presidencial. 3) Incorporar un mínimo de representantes para pueblos indígenas u originarios. 4) Personas sentenciadas por delitos graves estarán impedidas de postular o ejercer a cargos públicos. Tampoco podrán crear, dirigir, financiar o participar en partidos políticos. 5) Se propone incorporar como causal para ser acusado y destituido los delitos de corrupción o crimen organizado, así como también infracción al artículo 44 de la Constitución. 6) Se reemplazará la figura de “incapacidad moral permanente” por “incapacidad mental o física permanente comprobada”. 7) El presidente puede ser suspendido o inhabilitado luego de aprobarse una investigación fiscal.

Aunque quizás no cuaje la totalidad de sus propuestas, la iniciativa –tal como anda nuestra clase política, tan huérfana de ideas, contaminada de intereses subalternos, a menudo delictivos, y liderazgos de escasa credibilidad– es ciertamente valiosa. Como se repite en la calle, que se vayan todos, sí, pero que tampoco regresen o, tras ellos, vengan otros peores.

El colectivo ha establecido una ruta que incluye la recolección de firmas para convocar a un referéndum y se puedan consultar al país estas reformas, si es que el Legislativo no aprobara el proyecto de ley que contiene las mismas. En medio de esta crisis que tiene paralizado al país, la verdad, todo lo que suma debe ser bienvenido.

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