Ingrediente de desarrollo: descentralizar la educación superior técnica
Ingrediente de desarrollo: descentralizar la educación superior técnica

Silvana de los Heros, presidenta de RedTec-LATAM

Columna colaborativa por IDAT - ZEGEL

La educación superior técnica, tecnológica y artística en el Perú requiere de un trabajo multisectorial en el que se fomente con mayor ahínco de cara a incrementar el acceso a educación de los jóvenes, pero también que permita contar, como país y como parte de una región más grande como Latinoamérica, con perfiles con potencial para aprovechar las oportunidades de los cambios en los mercados laborales. Para ello, podemos incorporar en nuestro camino las experiencias y conocimientos de otros países vecinos y aliados en esta misión.

Un punto importante en este proceso es fomentar perfiles adecuados a las particularidades de los ecosistemas de cada región del país. Existe una interesante variabilidad de oportunidades económicas y laborales descentralizadas por las diversas industrias y sectores en crecimiento. Desde la agricultura y agroindustria hasta el desarrollo de servicios de TI y empresas relacionadas a la tecnología, todos presentan oportunidades y esto lo ha capitalizado bastante bien un país como Brasil, por ejemplo, que cuenta con institutos federales en todo su territorio que se alinean a las necesidades locales y regionales.

Por su parte, en México se ha optimizado la regionalización de sus perfiles, especialmente en ciudades como Monterrey donde la industria automotriz tiene mayor protagonismo. Para satisfacer las necesidades de este sector, el país ha adaptado su sistema educativo técnico para capacitar a jóvenes en habilidades específicas para que laboren en centros de fabricación para empresas automotrices transnacionales de gran prestigio internacional.

Por otro lado, aunque aún existe un margen amplio de mejora según los propios hacedores de políticas públicas colombianos, en este país vecino el avance que han tenido con respecto al Marco Nacional de Cualificaciones ha permitido estandarizar y mejorar la educación técnica y vocacional. Esta política facilita la movilidad laboral regional, alínea las necesidades regionales y mejora los estándares de calidad. Además, poder reconocer y clasificar las cualificaciones en campos que tradicionalmente son descartados por un modelo de contratación que viene quedando obsoleto es sumamente relevante.

Como pasa en el fútbol, espero que el triunfo de liderar sectores económicos en los que tenemos experiencia no se quede a un gol de la victoria. En el país, la diversidad cultural, geográfica, productiva nos ofrece desafíos y oportunidades, pero contamos con políticas educativas y estrategias que con un empuje del sector público y privado pueden ser mucho mejor aprovechadas en beneficio finalmente de los casi ocho millones de jóvenes en el Perú.