(GEC)
(GEC)

Usted quiere invertir en una casa de alquiler. El contratista le dice que le va a costar 130 mil soles y usted calcula que le puede sacar una renta de 17.5 mil anuales, o sea 13.5%. Va al banco y consigue una hipoteca al 6%. Buen negocio: va a ganar 7.5% (= 13.5-6) bruto anual. Decide cerrar la operación, así que regresa al contratista para que le dé el estimado final y ¡oh sorpresa! no van a ser 130, sino 470 mil soles, dizque por error de cálculo: se necesita un terreno mayor, m2 es más caro, estructura, materiales, etc. Resulta que al precio de 470 mil la renta de 17.5 solo le reportaría 3.7%, y con la hipoteca al 6% perdería usted anualmente 2.3% (= 3.7-6), a lo que habría que sumar costos de mantenimiento y contingencias de su bolsillo durante la vida útil de la vivienda; la pérdida anual se va de 2.3% a 3% o más.

Pongamos que son dólares y no soles y que multiplicamos las cifras por 10,000. De manera que el estimado inicial es US$1,300 millones y el antepenúltimo es US$4,700 millones. Et voilà, frente a ustedes las cifras de la nueva refinería de Talara. Y digo antepenúltimo porque la cifra de US$4,700 es la que nos da Petroperú (pág. 2 de Gestión, 16/10/2019), pero si se añaden costos financieros, unidades auxiliares, mantenimiento y penalidades por retrasos, dicha cifra sube a 6,400 millones según Romero Caro en Gestión (25/5/2019.)

“En 2008, Petroperú anunció un programa de ‘modernización’ sustentado en un estudio de factibilidad que realizó la consultora A.D. Little y que fue entregado a Petroperú en junio de 2008”.


Veamos los antecedentes. En 2008, Petroperú anunció un programa de “modernización” sustentado en un estudio de factibilidad que realizó la consultora A.D. Little y que fue entregado a Petroperú en junio de 2008. En pág. 7, dice que se ha seleccionado el caso óptimo que incluye doce unidades –diez de ellas nuevas y dos parcialmente– entre las que se encuentran tres de desulfuración y un Flexicoker (que permite obtener gasolinas ligeras a partir de residuos pesados). Es decir, ya entonces se planteaba no una modernización sino una refinería nueva. En pág. 8 se establece que la inversión de capital requerida es US$1,334 millones, ya considerando un 20% extra por factor Perú y 12% de imprevistos. Y en pág. 9 se presenta el cálculo de la tasa interna de rendimiento de proyecto: 13.5%.

En 2012, A.D. Little opina sobre la propuesta de la empresa española Técnicas Reunidas, a la que Petroperú ha adjudicado el proyecto y, sorprendentemente, dictamina que el nuevo costo es adecuado, a pesar de que este se ha trepado de 1,334 a 3,046 millones (pág. 18, informe dic. 2012).

Resulta que, transcurridos otros siete años, y ya con el costo habiendo escalado de 3,046 a 4,700 millones –6,400 según expertos–, viene Petroperú y nos dice que la tasa de rendimiento es un fabuloso 7.17%. Pero ¿de dónde? si de acuerdo con los informes de A.D. Little se desprendería que, al nuevo costo, la tasa como mucho sería la mitad: 3.7% (ver primer párrafo). La respuesta la da el supuesto sobre el Margen Neto de Refinación* que utiliza Petroperú: 9 dólares por barril (pág. 2 de Gestión, 16/10/2019), que es casi el doble de los 5 que supuso A.D. Little en su informe de 2008. Supuesto clave al doble ergo rentabilidad al doble.

Pero un momento; busco en US Energy Information Administration () y constato que el Margen Neto de Refinación promedio, últimos 40 años, es apenas 1.8 dólares por barril, cinco veces menos que los 9 que supone Petroperú.

*Diferencia entre el valor de refinados obtenidos y el costo del barril de crudo más costos de operación.

TAGS RELACIONADOS