Cuando el presidente salió a pedir que los noticieros dediquen 15 o 20 minutos en noticias positivas, usted advirtió que los colaboradores del Gobierno podrían alentar una ley intervencionista de medios, como en Ecuador… El tema de la prensa lo vivo muy de cerca no solo porque una parte de mi tiempo lo ocupo pronunciándome en los medios de comunicación para defender mis ideas, sino porque he seguido muy cerca la experiencia de Ecuador, de Venezuela, de Bolivia y de Argentina. Soy consciente de la tremenda desconfianza que suscitó Humala en la campaña electoral y, por ello, cada vez que haya el menor asomo de intervencionismo del presidente o del Gobierno en los medios –aunque sea aparentemente inocente– ,como esas últimas declaraciones, hay que señalarle con claridad los límites. A mí tampoco me gustan los noticieros morbosos, pero el remedio es la libertad y la pluralidad, y no que el Gobierno le fije parámetros. No creo que el presidente vaya a intervenir los medios, pero detrás hay personas que pudieran tener iniciativas muy peligrosas. Recuerde que en la 'Gran Transformación' había un segmento sobre los medios, y no hay que olvidar que los parlamentarios fueron elegidos con el programa de la primera vuelta. Mi modesto consejo es que, al menor indicio, reaccionemos con mucha dureza porque, si no lo hacemos, mañana podrían salir.