La semana pasada les contaba que estudios científicos revelan que el factor que más incide en la felicidad humana, en la salud mental, e incluso en la salud física son las relaciones interpersonales.
¨Ikigai¨ es un concepto de la sabiduría Japonesa que significa: Una vida que merezca la pena. En esta pequeña frase ya de arranque está presente la idea de que la vida tendrá penas, es decir, sufrimiento. En occidente tenemos muy asociada la felicidad al no-sufrimiento, al consumo, y a una motivación inconsciente basada en la premisa ¨seré más feliz mientras más le pueda sacar a este mundo¨.
El Ikigai nos plantea una filosofía de vida diferente, donde la premisa es: ¨Qué es lo que el mundo espera de mí.¨ Qué le puedo dar a este mundo. Este concepto no excluye el disfrute ni la alegría, pero sostiene que el espíritu humano más que desear una vida ¨happy¨ lo que busca es una vida con Sentido, con propósito. Al desplegarnos en el amor, en el servicio, e incluso encontrándole sentido o aprendizaje al sufrimiento inevitable hacemos que la vida ¨merezca la pena.¨ Viktor Frankl nos enseñó que aquel que tenga un por qué vivir siempre encontrará el cómo...
Con respecto a la vocación o profesión hay 4 preguntas que siempre debemos tratar de integrar: ¿Qué es lo que amo? ¿En qué soy bueno? ¿Qué necesita el mundo? ¿Me pueden pagar por ello? En esta vida existe gente profesional y gente vocacional, no es lo mismo, pero si logramos integrar estos 4 factores podremos lograr un Ikigai.
Finalmente, esta sabia filosofía nos dice que el Ikigai puede ir cambiando en las diferentes etapas de la vida, el reto es estar en el presente, y no volverse disperso ni tan ¨multitasker¨ porque ya sabemos que el que mucho abarca poco aprieta.