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Redacción PERÚ21

redaccionp21@peru21.pe

Hoy España cuenta con un Producto Bruto Interno (PBI) per cápita de US$ 29,940 y con ello se ubica en la posición 28 de 183 países. Además, forma parte de los países que por su nivel de ingreso y desarrollo humano son parte de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OECD).

Los expertos proyectan un crecimiento de la actividad económica del 2.9% y del 2.7%, para el 2015 y 2016, respectivamente. Esto se explicaría por la tendencia positiva de la demanda interna y por una administración equilibrada del gasto público. Se espera, asimismo, que la formación bruta de capital fijo, necesaria para sustentar el crecimiento del PBI de manera sostenida, aumente, como resultado de la recuperación de la inversión en equipo y construcción. Este sector ha sido clave en la economía española en los últimos 50 años y representó, con el turismo, la mitad de la actividad económica del país.

De igual manera, se proyecta que las exportaciones españolas continúen creciendo, como consecuencia de la depreciación del tipo de cambio, que hace más competitivo al sector en un entorno de flexibilización laboral iniciada en el año 2012. Por otro lado, el menor precio del petróleo ha beneficiado evidentemente a España, que consume en promedio 1.2 millones de barriles de crudo al día. De esta manera, el balance de cuenta corriente se estima en positivo, con un superávit del 1.1% del PBI en el 2015.

Sin embargo, existen temas que aún preocupan. España cuenta con una población económicamente activa de 23 millones de habitantes, aproximadamente. El desempleo nunca ha bajado del 8% y eso posiciona a España con la tasa más alta de los países integrantes de la OECD. Actualmente se estima que esta se ubicaría alrededor del 24%. Entre las razones que explicarían este porcentaje elevado se mencionan los impuestos y las cotizaciones sociales, que sirven para financiar pensiones (incluyendo a menores de 65 años, cuando la persona ha estado desempleada por un largo período) y seguros de paro (compensación que se paga a una ciudadano que no ha encontrado empleo por más de un año); en ambos casos siempre que se cumplan los requisitos establecidos por las leyes.

Así la situación, se puede decir que a España le queda por recorrer un largo camino por delante.