Todas las actividades son gratuitas. (Feria del libro Ricardo Palma)
Todas las actividades son gratuitas. (Feria del libro Ricardo Palma)

Con más de medio millón de visitas, la Feria Internacional del Libro de Lima se ha convertido en el evento que más personas recibe en todo el país. La convocatoria es tremenda y resulta alentador que ese galardón se lo lleve un espacio donde la honestidad intelectual y el pensamiento libre son promovidos y aplaudidos.

A pesar del éxito, como todos los años, queda evidenciado que Lima necesita un lugar más grande, seguro y accesible que acoja eventos como este. Así, se evitaría cerrar espacios públicos por semanas o adaptar lugares que no están realmente preparados. Pasó con Mistura y sucede con festivales de música, con las distintas ferias que se organizan al año y, recientemente, con la misa del papa Francisco.

Precisamente esto último evidenció que la Base Aérea Las Palmas, ubicada en una zona estratégicamente céntrica de Lima, puede suplir esa necesidad. En parte o en todo su terreno, se podría implementar un campo ferial, aprovechando, de taquito, revertir el déficit de espacios públicos y equipamiento urbano de la capital.

La base puede ser reubicada. Hace unas décadas ya se trasladó el aeropuerto de Limatambo. Las avenidas José Gálvez y Guardia Civil eran la pista de aterrizaje y el Mininter, la torre de control. Lo mismo en Guayaquil, donde, sobre un terreno de las Fuerzas Armadas, se construyó el Parque Samanes, el tercero más grande de esta zona del mundo.

Esta propuesta es totalmente compatible con la necesidad de tener un lugar estratégico para atender emergencias, pues el campo ferial y el espacio ganado seguirán siendo un punto de acopio, y la pista de aterrizaje podría mantenerse para una urgencia. En una ciudad donde los grandes terrenos públicos han sido subastados para beneficio de unos pocos, esta área subutilizada puede tener un mejor uso para la ciudad.