Luego de las elecciones presidenciales en EE.UU. muchos comentaristas, y el propio Trump, mencionaron que los republicanos habían “barrido”, obteniendo un gran mandato electoral. ¿Pero fue así? El conteo final se conocerá en diciembre, pero las cifras preliminares muestran que Trump ganó el voto nacional obteniendo 74.7 millones de votos (50.5%) comparado a los casi 71 millones (48%) de Harris. Dos otros candidatos obtuvieron el restante 1%. Es importante indicar que hubo un ausentismo de 38% de ciudadanos aptos para votar, lo que muestra una gran apatía. Yo estuve en Washington la semana pasada y no percibí ambiente electoral alguno, ni siquiera el 6 de noviembre. Parecía no interesar quien ganaba o perdía.
EE.UU. tiene una peculiar manera de elegir a sus presidentes, y es mediante un sistema de votos electorales por estado, donde el ganador en cada estado se lleva todos los electores de este. Es un sistema anacrónico que debería de cambiar, aunque al menos esta vez Trump también ganó el voto nacional. En cuanto a votos electorales, se requería ganar 270 votos, Trump ganó 312 y mencionó que había logrado una victoria aplastante lo que dista mucho de ser cierto, incluso está en la mitad inferior entre los presidentes electos en términos de votos electorales. En años recientes el más exitoso fue Reagan en 1984, ganando 525 votos con 58% del voto nacional. Clinton ganó 370 en 1992 y 379 en 1996. Obama ganó 365 votos en 2008 y 332 en 2012. Bush padre ganó 426 en 1988.
Los republicanos ganaron el Senado y están a solo 4 congresistas de ganar la Cámara de Representantes (elegidos por dos años). Si ganan el control de ambas Cámaras, Trump podrá gobernar prácticamente sin oposición durante los próximos dos años. Sin embargo, podría perder el control de la Cámara en las elecciones de medio término, como les ha ocurrido a los últimos tres presidentes, incluido él mismo en 2018, a no ser que haga una extraordinaria gestión.
En cuanto al voto por tipo de elector, las cifras preliminares indican que 55% de hombres votaron por Trump y 42% por Harris, mientras que, entre las mujeres, el 53% apoyó a Harris y 42% a Trump. Se esperaba una mayor diferencia a favor de Harris entre las mujeres, pero las de raza blanca le fallaron. Harris ganó también el voto hispánico y asiático, aunque en proporciones menores a las esperadas. Harris ganó en los electores entre 18 y 44 años y Trump en los mayores. Finalmente, Harris ganó el 55% de los votantes con educación universitaria y Trump el 56% de los que carecían de ella.
Esperemos que Trump gobierne tomando en consideración estas cifras electorales, donde obtuvo un triunfo claro, pero no una victoria aplastante que le otorga carta libre para implementar sus promesas electorales. Aunque si logra ganar las dos Cámaras, es muy probable que gobierne como si la hubiera recibido. Trump no podrá ser reelegido, porque la Constitución solo permite dos términos de gobierno. Difícilmente se aprobaría una enmienda en ese sentido, pero no sorprendería que lo intente.