Legisladora por la Libertad lanza duras críticas.
Legisladora por la Libertad lanza duras críticas.

Decíamos ayer que nos estamos quedando sin políticos con credibilidad. Pero es muy difícil creerles sin sentirse estafado por adelantado y tonto y negligente. Y eso está muy mal. Alfredo Bullard escribió acertadamente que no es verdad que en el Perú no haya instituciones o institucionalidad, sino que las que hay son perversas. Y lo asumimos por defecto sin darnos cuenta ni escandalizarnos.

A esto habría que añadir lo que escribió María Luisa del Río: si solo 3 de cada 10 peruanos paga impuestos, es presumible que a 7 de cada 10 no le interese que algunas autoridades se lleven la plata en camión. Total, si hace obra y la plata que se roba no es mi plata, ¿qué importa? (7 de cada 10 es 70%. ¿Quién tenía esa aprobación pese a escándalos y anticuchos?).

Me gustaría creer que no hay ciudadanos que piensan que si estuvieran en el lugar de alguna autoridad corrupta que hace obra y se lleva alguito para sí, harían lo mismo. Pero seguramente estoy equivocado porque, encima de todo, el mal ejemplo cunde y pasa que cuando todo el mundo consigue lo mismo que tú coimeando, al rato te empiezas a preguntar si no estarás siendo medio idiota por dejarte atrasar y no hacer lo mismo.

No sé si ver a Humala o a Graña presos funciona como escarmiento. Me parece que no. Pero ver a la presidenta de la comisión Lava Jato filmar a los fiscales durante un allanamiento y luego negarlo sin que haya ninguna consecuencia sí tiene efecto. Ver al secretario general del partido con más curules decir que no vimos lo que todos vimos sin que pase nada de nada, precisamente porque tienen todos esos curules, sí tiene consecuencia.
Seguimos mañana.