Esta semana está prácticamente perdida. Primero, para los escolares de Lima y Callao, porque se les obliga a suspender las clases presenciales para sustituirlas supuestamente por clases virtuales; esto sin contar que ya habían declarado feriados el jueves y viernes con motivo de APEC.
En segundo lugar, es una pérdida también para millones de emprendedores que salen a generarse el ingreso diario para subsistir. Pero centrémonos en la negligencia con los educandos, ya que lo decidido por el Minedu es antipedagógico e inoportuno, porque se hace después de todos los problemas en el sector educativo y solo por el capricho de un ministro incompetente que solo está buscando complacer los deseos de la Presidencia.
Esa falta de empatía del Gobierno se personifica en Morgan Quero, que no entiende que el 60% de escolares no tienen acceso a Internet, sin contar que, además, no cuentan con los equipos tecnológicos para acceder a una clase virtual. Súmenle el caso de los padres que salen a trabajar para sustentar a sus familias que ahora se preguntan con quién van a dejar a los niños en casa para sus clases virtuales. Esa falta de empatía indigna al país, pues ni siquiera tienen el criterio para tomar decisiones y, sobre todo, comunicarlas adecuadamente.
Una semana sin clases son horas lectivas perdidas, ya que no existe una plataforma del Estado para que se hagan estas clases virtuales. Los profesores van a estar “gorreando” alguna plataforma virtual, que te da entre 30 minutos en promedio, para realizar una clase, porque ahora hay que suscribirse y pagar para tener el tiempo necesario.
No se cuenta con soporte técnico para facilitar a los estudiantes y a los propios maestros el acceso sin problema a las plataformas, además de no haberse incluido en el currículo el diseño de clases virtuales; entonces, se va a tener que improvisar.
Podemos seguir enumerando las dificultades que generan las clases virtuales y en el Gobierno seguirán solo preocupados por tapar el sol con un dedo, pero los dignatarios que vienen a APEC saben muy bien de la crisis política que vive el Perú y el desastroso nivel de aprobación que tiene este Gobierno por ser cómplice de un Congreso irresponsable. Les podemos asegurar que no van a lograr nada escondiendo la basura debajo de la alfombra; al contrario, la ciudadanía se está organizando para marchar: estamos hartos de este régimen.