“No se ha ponderado efecto real de migración venezolana”, sostiene Martín Vizcarra (Video: TV Perú)
“No se ha ponderado efecto real de migración venezolana”, sostiene Martín Vizcarra (Video: TV Perú)

Por diferencia de horas, escribo antes de escuchar el discurso de Vizcarra. Sin embargo, todo indica que plantearía una cuestión de confianza que, de ser rechazada, nos conduciría a una disolución del Congreso. Pero no todo es tan lineal: constitucionalistas como Aníbal Quiroga consideran que esta sería una primera y no una segunda cuestión de confianza, pues la anterior se hizo formalmente con otro mandatario (PPK).

Otro tema central sería en qué basaría Vizcarra su pedido porque, de no estar bien sustentado legalmente, sería simplemente improcedente: un abogado me comenta que sería absurdo que Vizcarra solicite una cuestión de confianza sobre modificaciones a la Constitución o a la imposición de medidas tal como las desee exactamente el Ejecutivo.

Pero estas son exquisiteces en un país desquiciado, con un Congreso absolutamente torpe e impopular; una ciudadanía que apoyaría su cierre sin problemas; un presidente que siente que su popularidad se iría al tacho si no confronta al Congreso y al que le han hecho creer que va a pasar a la historia como un Churchill si hace lo que le exige la caviarada; esa misma caviarada que está deseosa de acabar con sus enemigos políticos y capturar así el último reducto que le falta para imponer su hegemonía. Y unos medios que en gran parte se han vuelto ultraoficialistas. Todo está tan desquiciado que vemos a los fiscales Pérez y Carrasco haciendo declaraciones abiertamente políticas, zurrándose en la Ley 30483, que les prohíbe hacerlas y con la complicidad abierta de varios coleguitas, que les instan a realizarlas, además de adularles y endiosarles ad nauseam.

Lo que sí puedo adelantarles es que un cierre del Congreso y nuevas elecciones paralizarán aún más a una economía ya muy débil, no sé si hasta recesándola.