Una derecha  muy cobarde. (Foto: GEC)
Una derecha muy cobarde. (Foto: GEC)

No hay nada peor que una derecha que llega al poder para no gobernar como derecha. Como FBT II y su premier Ulloa en 1980, que fueron electos para desmontar el modelo socialistoide velasquista y apenas lo tocaron. Como Fujimori en su segundo gobierno, que elegido con una mayoría del 67% pudo acabar con las reformas (laboral, justicia, etc.…) y privatizaciones (Sedapal, Mantaro, eléctricas de provincias, Petroperú, etc.…) en lugar de paralizarlas y dedicarse a buscar una absurda reelección, mientras el gángster cada día mandaba más. Como PPK y su premier Zavala en 2016 (¡incluso el segundo llenó la PCM de asesores caviares y rojos, como David Rivera y Carlos León Moya! ¿Habrá metido también caviares y rojos ahora en Intercorp?), quienes desperdiciaron incluso unas amplias facultades extraordinarias en tonterías en lugar de implementar reformas urgentes, como la laboral. Lo peor de todo es que han desacreditado profundamente a la derecha ante los votantes. Como el tibio Rajoy en España, que desaprovechó una mayoría parlamentaria para darle la vuelta a muchas tonterías que hizo Zapatero. Como ahora Macri en Argentina, que apostó, como FBT y Ulloa, al gradualismo para acabar con la crisis económica cuando las medidas se toman todas de una sola vez: mejor un rojo que ciento amarillo. El país votó por un gobierno de derecha en el año 2016, tanto en el Ejecutivo como en el Legislativo y ppkausas y fujimoristas resultaron dos descomunales desastres. Y ahora tenemos a este gestor tan inútil de Vizcarra, cuyo único norte es tratar de estar bien en las encuestas. Vizcarra no tenía nada que perder políticamente y pudo hacer grandes reformas en los tres años que tenía. Al final resultó que no valía nada.

PD: Mi pésame a la familia Delgado. Fue siempre un placer trabajar en RPP.

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