¡Una simple “huida hacia delante”!

Alucino a la prensa oficialista y a los corifeos del vizcarrismo: elogian como una gran jugada de ajedrez este absurdo plan para adelantar elecciones cuando no es más que una típica “huida hacia delante”, esa usual movida desesperada, poco meditada y con muy posibles serias consecuencias que los políticos toman cuando se sienten arrinconados, como cuando García estatizó la banca en 1987 al percibir que su artificial “pichicatazo” económico se acababa. Vizcarra bajó en encuestas, “arrugó” en Arequipa y el cargo le abrumaba, pues se sabe un inútil. Algunos medios y coleguitas golpistas pedían histéricos un cierre del Congreso, pero eso no tenía sustento legal; Vizcarra y su gabinete iban a acabar presos.

Otro hecho gracioso es que lo comparan al adelanto del año 2000, sin incidir que allí antes había renunciado todo el Ejecutivo (lo cual no es cierto, pues simplemente pasaron ilegalmente por encima del segundo vicepresidente Márquez, que SÍ quiso inicialmente asumir y NO dimitió, como ahora sesgadamente cuentan). Ya sabemos cuál es la fórmula más fácil para adelantar elecciones: que renuncien Vizcarra y Aráoz. Asume Olaechea y en seis meses tenemos elecciones. Eso lo saben perfectamente Vizcarra, Del Caviar, ese ministro Zeballos, su constitucionalista izquierdista Samuel Abad (oráculo de la prensa oficialista) y los corifeos, pero insisten aún en esa payasada demagógica del referéndum, solo para polarizar más.

Seguramente esta pateada de tablero de Vizcarra es popular –¡a mí me preocuparía muy seriamente ser popular en el Perú!–, pero NO respeta los tiempos de una Constitución presidencialista.

PD: No soy veleta y sigo en contra de ese colosal despilfarro de los Panamericanos, pero Neuhaus ha demostrado gestión (al contrario del incompetente de Vizcarra). ¡Neuhaus 2020!