Entre el odio y la decencia

Imagínese que Ud. es el actual gerente de una empresa y un auditor interno le interroga por la campaña navideña que realizó el gerente anterior CINCO años atrás. Una respuesta muy normal es que Ud. le diga que desconoce los detalles de esa campaña. ¿O no? Y creo que Ud. coincidirá conmigo en que una respuesta inaceptable y prepotente del auditor sería entonces acusarle de estar obstaculizando su investigación porque Ud. le ha contestado que no sabe –ni tiene por qué saber– lo que hizo su antecesor CINCO años atrás. ¿O no?

Bueno, eso es lo que está ocurriendo con Chlimper, el fiscal Pérez y el juez Concepción (que aceptó esa hipótesis de Pérez sin cuestionarla). Si no, lean la conclusión 3.2.7.4 del auto de allanamiento, página 44: “Se establece que el secretario general del partido político Fuerza Popular (Fuerza 2011) José Chlimper Ackerman desconoce sobre la información y documentación de las actividades relacionadas a la campaña presidencial de 2011; lo que permite inferir que se opone a que el MP obtenga evidencias del aporte de la empresa Odebrecht y/o vinculadas a su organización”. O sea, si desconoces algo sucedido CINCO años atrás y en donde NO participaste, eres automáticamente CULPABLE de obstaculizar la justicia.

Ud. puede odiar a Chlimper y los fujimoristas. Es su derecho. Pero su ODIO no puede ni debe llevarle a aprobar excesos como este, simplemente porque esto rompe lo más elemental del Derecho y de la decencia. Y porque mañana se lo pueden hacer a Ud. Apelo a la decencia de Gorriti, Mohme y su gente, José Ugaz, AAR, RMP, Sol Carreño, Claudia Cisneros, Heduardo, Gino Costa, Nelson Manrique, Lévano, Tola, Lauer, el IDL, las ONG, la caviarada, los rojos, etc. para protestar contra este atropello, con el que se buscaría meter preso a Chlimper.