El maldito “decreto Marisol”

Hoy se dilucida si procede examinar la casación de Keiko –una presa política en mi opinión– en la Corte Suprema. No creo que ese PJ tan politizado y mediatizado la libere. Eso a pesar de que Barata acaba de declarar que ni él mismo sabía que la Caja 2 era ilícita. Es que la gran culpable de estas tan excesivamente largas prisiones preventivas es la exministra de Justicia Marisol Pérez Tello, esa pepecista mutada a caviarona que amplió los plazos para “criminalidad organizada” de 18 a 36 meses (¡con opción a abarcar 12 meses más! ¡Serían cuatro años en total!) en diciembre de 2016, con ese D. Leg. 1307 firmado por los siempre despistados Zavala y PPK (quien pasará 36 meses encerrado gracias a un decreto que firmó él). Y como estamos viviendo una etapa de absoluto populismo judicial, donde los jueces fallan con miedo a los medios escandalosos y a la exaltada opinión pública, pues se imponen alegremente los 36 meses y a la canasta tres años. Y si sales libre, nadie te devuelve el tiempo perdido. Como bien puso recientemente el diario gringo Washington Post, es “un lapso impensable en muchas democracias, aun para sospechosos enfrentando evidencias abrumadoras de los peores crímenes”. Justo en España acaban de absolver a Sandro Rossell, expresidente del Barcelona FC, de “lavado de dinero y organización criminal” por unas transmisiones de partidos de la selección brasileña y ha anunciado que va a enjuiciar a la jueza y los fiscales que le han hecho pasar 21 meses de prisión preventiva (la media en España es de 9 meses y solo el 15% de los detenidos está bajo ese régimen). Va a pedir indemnización y castigo penal. Y puede ganar.

-¿Por qué no ha tenido casi rebote una revelación de Butters sobre Vizcarra, donde cuenta cómo Vizcara negoció con García y Keiko su llegada al poder?