(GEC)
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El Perú es un “país” de carcajadas… Ayer el Ejecutivo saca un decreto de urgencia (DU 022-2019), firmado por los ínclitos Vizcarra, Zeballos, Alva y Petrozzi, para “promover la actividad cinematográfica”. ¿Eso es “urgente”? ¿Es jurídica y factualmente “urgente”, al margen de que la norma sea positiva o no? ¿No es esto legislar de modo ordinario con medidas extraordinarias? ¿No es más bien como una dádiva buenista, como un ejercicio abusivo de esta facultad extraordinaria de legislar mientras no haya Congreso, un regalo para contentar al influyente sector cultural con esta ley y así que ese establishment caviar-cultural le perdone a Vizcarra la metida de pata con Hugo Coya? ¿Acaso normas así no deben necesariamente pasar por un Congreso?

¿Y cuánto de mercantilismo existe en esta norma, cuánto de subsidio generoso con nuestros impuestos (dinero ajeno) para nuestras intelectualoides argollas caviares? Estos son recursos públicos que la calichina Alva del MEF –aunque les joda a algunos que la califiquemos así, pero lamentablemente la chica NO tiene el vuelo para el cargo; está allí básicamente porque nadie más lo había aceptado (y con ese pequeño detalle de que su padre es gran amigo de Vizcarra)– debería haber observado. No solo con mis impuestos he financiado distorsionados documentales sobre la reforma agraria, sino que ahora Vizcarra ha creado el “cine indígena”, vaya uno a saber qué cojones es eso.

Y también me han hecho la mañana que ese huachafo bailecito feminazi y marxistoide de “El violador eres tú” haya sido ya representado en Lima. Con esa pobre niña sueca manipulada del clima (Asperger, mutismo selectivo y T.O.C.) y estos topless disforzados, he quedado convencido de que el cambio climático también afecta las neuronas de nuestra especie: todos vamos a acabar cerebralmente como Petrozzi.

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